Como para desmentir los rumores de crisis que surgieron a partir de la presentación de él solo en la entrega de los Oscar, volvieron a tomarse unas mini vacaciones para mostrar que su amor continúa afianzándose. Leonardo Di Caprio (47) y su novia Camilla Morrone (24) estuvieron muy acaramelados en el “After Party” organizado por Vanity Fair luego de la ceremonia de los premios y, a los pocos días se instalaron en la mansión que el actor posee en Malibú. Y fueron precisamente las playas de la costa oeste de los Estados Unidos por las que caminaron abrazados y muy románticos, tal como los mostró guacamouly.com.
Sin preocuparse por las curiosas miradas de quienes los cruzaban por la orilla del mar, pasearon tomados de la mano y sólo pararon para besarse. Cerca de celebrar los cinco años de relación –ya que están juntos desde 2017 aunque se conocieron cuando él tenía 33 y ella sólo 19 en uno de los amistosos encuentros del actor con Al Pacino que estaba en pareja con la madre de Camilla pero se volvieron a cruzar ocho años más tarde y allí sí se enamoraron– no quieren hablar de boda.
Aunque muy lejos de una ceremonia religiosa, los íntimos amigos de Di Caprio aseguran, “Leo nunca amó a nadie como a Camilla. Y creemos que ya está listo para tener hijos con ella aunque no de firmar una libreta”. Hoy la pareja divide muy bien sus vidas entre el trabajo de cada uno –él obviamente con más filmaciones de películas que ella que recién hizo su debut en el cine–. Y, recién cuando concluyen sus respectivos compromisos se reúnen a vivir su pasión. Ahora, nuevamente en Malibú, en una de las tantas mansiones que Leo tiene frente al mar. Ya que la gran pasión de los dos es la playa, algún refrescante chapuzón en el mar, el sol y navegar.