Ya pasó más de un año y recién ahora Salma Hayek confesó que fue una de las primeras en contagiarse de COVID, cuando la enfermedad empezaba a conocerse.
En ese entonces, decidió mantener en secreto la noticia y, a pesar de las exigencias del médico quien le decía que se tenía que internar, Salma fue contundente y dijo: "Prefiero morir en casa".
En aquel momento su cuadro se había agravado por una insuficiencia pulmonar y tuvieron que suministrarle oxígeno, que le fue llevado a su casa, la mansión que comparte en Londres con su pequeña hija Valentina, de 13 años.
Hayek, de 54 años, contó en una entrevista a la revista Variety que estuvo aislada cerca de dos meses en una habitación y si bien ya superó la enfermedad, las secuelas continúan afectándola y con la poca energía volvió a trabajar, esta vez para formar parte del filme House of Gucci, en la que encarna a una vidente a quien involucran en un asesinato de uno de los herederos del imperio Gucci.
La actriz contó que primero tuvo varias reuniones por zoom hasta el momento de comenzar con las filmaciones y que se cansaba mucho debido a las secuelas de la enfermedad.
Salma se refirió también a la denuncia que escribió en el New York Times, en el que desenmascaró a Harvey Weinstein por acoso. Dijo que sufrió depresión por un tiempo pero que gracias a esa publicación, muchas otras mujeres se atrevieron también a denunciarlo y hoy se considera una auténtica luchadora.
LP