El futuro de la infanta Sofía, la hija menor de los reyes Felipe VI y Letizia, parece estar más claro que nunca, pero no en el sentido que ella hubiera deseado. Mientras su hermana Leonor se prepara para asumir un papel histórico como reina de España, Sofía enfrenta un destino que muchos califican como una humillación y una pérdida de libertad personal. La decisión del rey de limitar las opciones profesionales y personales de su hija menor ha desatado controversias en los círculos de la Casa Real y entre los seguidores de la monarquía.
A sus 17 años, Sofía está destinada a convertirse en un pilar de apoyo institucional para su hermana mayor, sin oportunidad de explorar otras facetas de su vida. Aunque tradicionalmente las infantas españolas, como las hermanas de Felipe VI, han podido trabajar, estudiar y hacer un camino fuera de los muros de la Zarzuela, la situación será distinta para Sofía. Según fuentes cercanas a la Casa Real, su rol estará estrictamente limitado a representar a la Corona en actos oficiales y a mantener la imagen de la monarquía.
El primer paso en este camino será la presidencia de los Premios de Fotografía que llevarán su nombre, un evento que algunos catalogaron como una versión “low cost” de los prestigiosos Premios Princesa de Asturias. Aunque pueda parecer un honor, esta designación es, según críticos, un aviso de lo que está por venir: Sofía no podrá decidir sobre su futuro profesional ni personal.
La infanta Sofía a la sombra de Leonor
Si bien no se trata de una humillación directa de Leonor hacia su hermana, la realidad es que la vida de la menor de las hijas de Letizia y Felipe VI está atada a la de su hermana. El contraste entre las trayectorias de las hermanas de por sí ya es evidente. La heredera al trono de España, con una sólida formación militar y un camino claro hacia el trono, representa el futuro de la monarquía. Por su parte, Sofía parece destinada a quedar relegada a un segundo plano, limitada a inaugurar exposiciones, entregar premios y asistir a eventos oficiales, un papel que, según algunos observadores, carece de la relevancia y la autonomía que podrían esperarse de una joven de su talento y formación.
El año 2025 marcará un punto de inflexión en la vida de Sofía. Con su mayoría de edad, la infanta abandonará sus estudios en Gales para regresar a España y establecerse nuevamente en la Zarzuela. Aunque podrá asistir a la universidad, su formación estará supeditada a su papel institucional, sin posibilidad de trabajar en el sector privado o emprender un camino profesional propio.
Para Sofía, esto significa vivir bajo la constante comparación con su hermana mayor y asumir un papel que, a ojos de muchos, no le permitirá desarrollar todo su potencial.
VO