miércoles 12 de marzo del 2025
REALEZA Hoy 12:23

Los mitos y verdades sobre la relación de Grace Kelly y el príncipe Rainiero

La actriz y el príncipe de Mónaco mantuvieron una relación plagada de especulaciones.

Grace Kelly y Raniero III de Mónaco
Grace Kelly y Raniero III de Mónaco | Instagram

El 18 de abril de 1956, el mundo presenciaba lo que parecía ser el cuento de hadas perfecto: la boda entre Grace Kelly y el príncipe Rainiero de Mónaco. Con una carrera en la cumbre de Hollywood y una belleza etérea que la convertía en un icono de la elegancia, la actriz estadounidense dejaba el cine para convertirse en princesa.

Sin embargo, detrás del esplendor de la ceremonia y la vida de la realeza, se escondía una historia de sacrificios, infidelidades y tensiones familiares que marcarían el resto de su vida: la exigencia de una dote millonaria, la renuncia a su exitosa carrera y la constante vigilancia de la prensa hicieron que su llegada a Mónaco no fuera tan placentera como había imaginado.

El casamiento, en abril de 1956, de Rainiero y Grace Kelly

Por qué el matrimonio de Grace Kelly y Rainiero estuvo cargado de conflictos

El matrimonio entre la estrella y el príncipe estuvo plagado de conflicto desde sus inicios. Para empezar, su suegra, la princesa Carlota, nunca aceptó del todo a la estrella de Hollywood, considerándola una extranjera sin raíces nobiliarias.

En sintonía con esto, la relación con su cuñada, la princesa Antonieta, también estuvo marcada por la hostilidad. En un ambiente sofocante y bajo la estricta etiqueta de la realeza, Grace pronto descubrió que había cambiado la presión de los estudios de cine por las exigencias del protocolo monárquico.

El abandono de su carrera cinematográfica fue una de las decisiones más difíciles que tomó. Como musa de Alfred Hitchcock, había brillado en clásicos como "La ventana indiscreta" y "Crimen perfecto". El director británico intentó recuperarla en 1962 para el papel protagónico de "Marnie", pero Rainiero y la opinión pública de Mónaco la presionaron para que se negara.

"Echo de menos actuar", confesó en una entrevista en 1964. Sin embargo, las pocas oportunidades que tuvo para expresarse artísticamente fueron minimizadas o ignoradas por su esposo, quien incluso prohibió la emisión de sus películas en el principado.

Infidelidades y desencanto

La relación con Rainiero tampoco fue el idilio que el mundo imaginaba. A menos de un mes de la boda, el príncipe ya había sido vinculado sentimentalmente con otras mujeres. Lejos de ser ajena a esta situación, Grace era consciente de los engaños de su esposo, lo que la sumió en una profunda tristeza. En respuesta, se dice que encontró consuelo en viejas relaciones como las que había tenido con Marlon Brando y Frank Sinatra.

 

Grace tuvo tres hijos con Rainiero: Carolina, Alberto y Estefanía. Aunque intentó ser una madre cercana, la rigidez de la realeza y su propia formación la llevaron a delegar la crianza en niñeras. A pesar de su innegable elegancia y carisma, su vida en Mónaco fue cada vez más solitaria. El 13 de septiembre de 1982, su historia tuvo un trágico desenlace cuando sufrió un accidente automovilístico en las carreteras del principado. Su hija Estefanía viajaba con ella y sobrevivió, pero Grace falleció al día siguiente.

VO

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