lunes 06 de octubre del 2025
REALEZA Hoy 09:50

Así será la vida de Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo como los nuevos monarcas: un camino inspirado en Felipe y Letizia

Tras la abdicación de Enrique, los Grandes Duques dieron comienzo a una nueva era dentro de la monarquía europea.

Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo
Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo | Twitter

El pasado viernes 3 de octubre, la Casa Real de Luxemburgo llevó a cabo un histórico acto de coronación: después de un cuarto de siglo al frente del reinado, el rey Enrique y la Gran Duquesa María Teresa renunciaban al trono cediéndole el mandato a su hijo mayor, el príncipe Guillermo, y a su nuera, la princesa Stephanie de Lannoy. En el evento, que no pasó desapercibido ante los ojos de todo el planeta, se proclamó al nuevo soberano del último Gran Ducado que queda en el mundo.

En este marco, los expertos en temas de la realeza aseguraron que habrá un rotundo cambio de paradigma en la forma en que se concede al reinado europeo. Con aires totalmente renovados, los royals trazarán un camino distinto al actual e inspirado en la gestión de los reyes españoles: Felipe VI y Letizia

Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo
Guillermo y Enrique de Luxemburgo | Instagram

El radical cambio que proponen Guillermo y Stephanie de Luxemburgo

La asunción al trono del ahora rey Guillermo y Stephanie de Luxemburgo se da en un marco de grandes transiciones dentro de la corona europea. La renuncia de Enrique le abrió paso a los nuevos monarcas de trazar otros horizontes en su reinado. Si bien se desconoce cuáles serán las primeras gestiones de la pareja real, se supo que los nuevos Grandes Duques no continuarán con la tradición y no residirán en Palacio donde vive el emérito rey y continuarán viviendo en el castillo de Fischbach. Esta edificación está ubicada en medio de la naturaleza y alejada de toda actividad de las grandes ciudades, preservando el bienestar y el desarrollo de sus hijos Carlos y Francisco. 

Pese a que se estima que esta postura puede ser temporal debido a la conformación de la agenda diplomática que deben cumplir los soberanos, el pasado 17 de julio, en plena transición del reinado, los Grandes Duques anunciaron la ampliación del palacio ubicado en el corazón de Luxemburgo, para que sus pequeños herederos puedan crecer en la absoluta reserva preservando su intimidad de la exposición pública a la que sus ancestros estaban acostumbrados. 

Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo
Guillermo y Stephanie de Luxemburgo junto a sus hijos | Instagram

“Como padres y como futuro jefe de Estado, la Princesa y yo enfrentamos el desafío de conciliar nuestro compromiso con la nación y nuestra vida familiar junto a nuestros hijos. Los momentos que pasamos con ellos deben ser preciosos y el entorno en el que crezcan es crucial para su desarrollo y debe servir también para ayudarles a afrontar con responsabilidad sus tareas futuras. Por estos motivos queremos orientar nuestro estilo de vida en una dirección que consideramos más contemporánea y familiar. Deseamos que nuestros hijos crezcan en un ambiente familiar íntimo. Por eso, con el acuerdo del gran duque y del gobierno, planeamos construir un anexo en los terrenos del castillo de Colmar-Berg”, manifestó Guillermo en un comunicado oficial difundido en aquel entonces. 

Esta resolución se asemeja a la que tomaron Felipe VI y Letizia, quienes decidieron mantener su residencia en el pabellón del Príncipe en Zarzuela, mientras que la emérita reina Sofía vive en el Palacio principal junto a su hermana Irene de Grecia. Otro de los monarcas que decidió romper con la tradición ancestral fue el propio Carlos III quien se negó a abandonar Clarence House para instalarse en el emblemático palacio de Buckingham, residencia oficial de la corona británica.

Guillermo de Luxemburgo junto a su esposa
Guillermo de Luxemburgo junto a su esposa | Instagram

La nueva era de Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo viene a quebrar con la imagen pública de la corona local, donde prevalecieron los conflictos y las noticias del corazón. Alejado de los escándalos, con un perfil superbajo y abocado a sus funciones en el Gobierno, ahora el Gran Duque desplegará su culto y su amplia formación académica en marcar el rumbo del país y establecer lazos internacionales. Por su parte, a pesar de no alejarse por completo de la vida pública, el gran duque emérito mantendrá su participación en el Comité Olímpico Internacional y en diversas iniciativas sociales. Por su lado, María Teresa continuará enfocada en sus actividades filantrópicas.

NB