Hace sólo unas semanas el mundo hablaba de los “dolores de cabeza” que la princesita le provocó a sus padres, primero con un video rapeando en un lenguaje no aconsejado para una royal y segundo con otro fumando. Las redes sociales alteraron la tranquila vida de Máxima (49) y Guillermo (53). Y su hija Alexia Juliana Marcela Laurentien recibía un reto y una pequeña penitencia que duró hasta el 26 de junio. Ya que ese viernes “la hija del medio” de los reyes de Holanda cumplió 15 años y, como por el aislamiento social no pudo celebrarlo con sus amigas (comiendo pizza como le gusta hacerlo) tuvo un íntimo festejo con sus padres y sus hermanas, Amalia (16) y Ariadna (13).
Hubo comida sana y una torta casera que, cuentan, hizo la propia reina. La princesa, que ya es definida como “la royal más rebelde”, por ahora se conformó con una pequeña reunión en el palacio después que sus padres la convencieran de postergar su gran festejo para el próximo mes, cuando calculan que Holanda volverá a la normalidad.
“Alexia es la más parecida a su madre. Es llamativa, vistosa y consigue todo lo que se propone con su gran sonrisa”, aseguran. También heredó de Máxima sus bellos rasgos, su carácter fuerte y su seguridad. Su hoy cabellera pelirroja la diferencia de sus hermanas y su pasión por la moda (que también aprendió de su madre) ya la convirtió en una “It Girl Real”.
Ama los mini vestidos, los colores estridentes, los estampados grandes y los accesorios extravagantes, que muchas veces “roba” del guardarropas de la monarca. También los tacos y el Make Up que tanto se le cuestionan. Al igual que sus hermanas estudia en el Christian Gymnasium Sorghviet de La Haya. Además, toma clases de piano, toca la guitarra y canta en holandés, inglés y español. Juega al hockey, cabalga y es la segunda en la línea sucesora al trono.