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En 2011, la atención del mundo se centró en Charlene Lynette Wittstock y Alberto de Mónaco al momento que contrajeron matrimonio. Ella, una nadadora profesional y modelo, y él, el príncipe de Mónaco. Los dos mundos distintos pareciera haber sido un conflicto en la pareja, ya que los rumores sobre crisis y separación no tardaron en llegar. Las ausencias de la princesa fomentaron las habladurías. Sin embargo, ambos se llamaron a silencio la respecto. En 2013 se convirtieron en padres, y hoy se muestran como una gran familia junto a los pequeños Jacques y Gabrielle.
Jacques y Gabrielle, los hijos de Charlene y Alberto en el foco de atención
Desde su nacimiento, el 10 de diciembre del 2013, los mellizos se convirtieron en el centro de atención de la familia real como de la sociedad, al estar al frente al futuro heredero de Mónaco. El lugar en el trono lo ocupará Jacques, el niño, al haber nacido dos minutos antes que se hermana, Gabrielle; tal como lo indica la reglamentación, es el mayor de los hermanos quien asume el importante rol en la realeza. En ese entonces, al recibir este título, se generó una gran polémica, ya que Alberto tiene dos hijos más. Jazmín Grace y Alexandre Grimaldi tienen 32 y 22 años, respectivamente. Pero ambos son ilegítimos, por lo que no cuentan con la oportunidad de ser parte de la familia real.
Por esta razón, los mellizos son los únicos que pueden acceder al principado.En este sentido, desde que apenas eran bebés son expuestos socialmente; tanto Charlene como Alberto mostraron a los pequeños públicamente, por ello se puede expresar que crecieron ante las cámaras, y sobre todo con una minuciosa mirada mediática debido a las ausencias de la princesa por ciertos periodos, relacionados a su salud.
Lo cierto es que actualmente la imagen familiar muestra a sus cuatro integrantes compartiendo sus días, entre diversiones y actos procolares. A sus diez años, los dos niños ya son parte de la agenda real, aunque los padres los sumaron de manera progresiva para que ambos se adapten. En cuanto a la educación que reciben, actualmente ambos asisten a una prestigiosa institución privada; sin embargo, ambos pasaron por diversas escuelas hasta llegar a la actual, que mantendría conformes a sus padres, que incursionaron desde una escuela pública hasta la enseñanza en casa para sus hijos.
Lo cierto es que es públicamente conocido que quienes en el futuro podrían llegar a tener un importante título en la realeza cuentan con una educación diferencial, con una gran importancia tanto en las relaciones internacionales como en lo cultural. Por este motivo, los dos niños comenzaron sus tareas protocolares desde pequeños, sin hacerse diferenciaciones entre Jacques y Gabriella por quien ocupa el rol de heredero.
