Luego de renunciar de manera oficial a la Corona británica, El príncipe Harry y Meghan Markle comenzaron su nueva vida en Canadá. La pareja se instaló junto a su único heredero, Archie en una propiedad con un valor estimado de 10 millones de euros, que queda en la costa de la ciudad peninsular de North Saanich, en la isla de Vancouver, en Columbia Británica, donde se llega mediante un hidroavión. La lujosa mansión está a tan sólo 60 kilómetros del hogar de Luisana Lopilato y Michael Bublé.
El inmueble, de 1.000 metros cuadrados y que responde al nombre "Mil Flores", está decorado con inspiración francesa y está compuesto por cinco dormitorios y ocho baños.
Además cuenta con una oficina con chimenea, un gran comedor, una gran sala de estar que se abre a una cocina, una sala de juegos con bar, una sala multimedia y una sala de degustación de vinos.
También hay una casa de campo de 220 m² -con tres dormitorios y dos baños- a las que se les debe sumar la terraza y las dos playas privadas.