Hace algunos días la Reina Isabel II recibió una triste noticia. Su caballo Space Walk de cuatro años había sido sacrificado. Su majestad se encontraba junto a Felipe de Edimburgo en el Palacio de Kensington, en Balmoral.
La pareja real se encuentra aislada en dicho palacio, debido a la crisis sanitaria que enfrenta el mundo ante la pandemia de COVID-19.
Space Walk tuvo que ser sacrificado a raíz de una lesión que sufrió en una carrera. Su jinete Tom Marquand advirtió que algo estaba mal en el animal y los mejores veterinarios del Reino Unido no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Es por eso y para evitar el sufrimiento que tuvieron que proceder a realizar el sacrificio.
La Reina de Inglaterra recibió con tristeza la noticia ya que es sabido que es una amante de los animales. Su cercana relación con los equinos se remonta a su temprana infancia. Incluso hasta el día de hoy, monta a caballo cuando tiene la oportunidad.
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