En un intercambio de twitter, Delfina Chaves contó que sufría episodios de parálisis de sueño al menos tres veces al mes. "No puedo controlar la respiración cuando aparecen. Es como estar encerrada adentro de mi cuerpo. No puedo mover ni alterar nada. La única forma de que se me vaya es relajarme para poder volverme a dormir, cosa que es imposible", relató la protagonista de ATAV. ¿En qué consta este problema?
El doctor Facundo Nogueira, coordinador del Laboratorio de Sueño del Sanatorio Finochietto y Jefe de la sección Medicina del Sueño del Hospital de Clínicas indicó que “las parálisis del sueño son episodios en los que los pacientes se despiertan súbitamente en la mitad de la noche o en la mañana y tienen la sensación de que pueden abrir los ojos y recuperan su conciencia, pero no pueden mover ni los brazos, ni las piernas, no se pueden incorporar ni tampoco hablar”.
El experto indicó que estos fenómenos duran entre 20 segundos y tres minutos y son más frecuentes de lo que se creen: de hecho, entre el 30 y 50 % de la población pueden presentarlo una o dos veces en la vida. “Sin embargo, hay un grupo pequeño de pacientes, de aproximadamente el 5% que presenta estos episodios de manera recurrente, entre dos y tres veces por semana”, relató.
Nogueira explicó que las parálisis del sueño “está incluidas dentro del grupo de las parasomnias, que son trastornos de la conducta o el comportamiento durante el sueño”, y que estos episodios “no fueron asociados con ninguna lesión cerebral, ni con enfermedades degenerativas o afecciones neurológicas serias”.
“Al no ser graves, lo importante es tratar de tranquilizar al paciente, que comprenda que son episodios que no le van a generar ningún daño y que se va a recuperar, es decir, no va a dejar de respirar, no le va a pasar nada”, indicó Nogueira. De hecho, se debe hacer un esfuerzo para que la persona no se angustie y que espere, que la parálisis de sueño va a ceder por sí sola, que no se dan fármacos para suprimirla y que la mayoría no tiene tratamiento específico.
El médico explicó que estos episodios “pueden ser precipitados por la privación de sueño, como pasar alguna noche durmiendo poco o cambiar los horarios de descanso al trabajar en horarios rotativos, el consumo de algunos fármacos o el jet lag”.
La mejor forma para evitar las parálisis oníricas es tener una conducta saludable frente al sueño al tratar de no cambiar los horarios de descanso y dormir ente 7 y 9 horas en el caso de los adultos.
Con todo, “la parálisis del sueño también se ve en pacientes que presentan un síndrome o un cuadro más grave llamado narcolepsia, que es un trastorno del sueño mucho menos frecuente que asocia la parálisis del sueño con somnolencia excesiva con ataques del sueño durante el día en el que de golpe el paciente tiene una necesidad irrefrenable e inevitable de dormir”.
“Los pacientes con narcolepsia se quedan dormidos conversando, trabajando o manejando y eso sí los pone en riesgo y les altera la calidad de vida. Y además de la somnolencia pueden tener cataplejía, que son episodios de relajación muscular o parálisis muscular parcial o completa frente situaciones en las que el sujeto se ríe mucho, discute o tiene alguna experiencia emocionalmente intensa; no es que la persona se desmaya, está despierta pero pierde el tono muscular”.
Por ende “en quienes refieren parálisis del sueño, es importante descartar que no tengan narcolepsia, para lo deben recurrir a un especialista en sueño que lo interrogue”, concluyó Nogueira.