Días atrás, una triste noticia conmocionó al mundo del espectáculo, en especial al equipo de Showmatch: la muerte de Juan Carlos Acosta, quien acompañó en los ciclos Patinando y Bailando por un sueño a figuras como Jésica Cirio, Nazarena Vélez y las hermanas Nara. La autopsia confirmó que el deceso se produjo por una tromboembolia pulmonar, que ocurrió luego de que el bailarín presentara un súbito y fuerte dolor de espaldas
¿Pero en qué consta precisamente este episodio? El doctor Marcelo Nahin, Cirujano Cardiovascular del Hospital Británico de Buenos Aires explicó a Caras Salud que “los cuadros agudos de tromboembolia pulmonar ocurren cuando un trombo (o coágulo) que sale desprendido de las venas profundas (por lo general de los miembros inferiores) suben por la vena cava inferior, la aurícula derecha, el ventrículo derecho y llega a la arteria pulmonar, para impactar en las ramificaciones de esa arteria dentro del pulmón”.
El médico, quien también ejerce en el Hospital El Cruce Néstor Kirchner, en Florencio Varela, explicó que en la actualidad a la tromboembolia pulmonar se la considera parte de lo que se llama enfermedad trombótica venosa, “que nace con una trombosis venosa profunda en una pierna y luego el trombo viaja”. Y aclaró que en el 90% de los casos estos coágulos provienen de los miembros inferiores (básicamente de las venas profundas de la pantorrilla) pero en un 10% pueden surgir en los miembros superiores.
A su turno, el doctor Guillermo Capuya explicó que los síntomas de la tromboembolismo pulmonar agudo suelen ser inespecíficos y confundirse con el de otras afecciones. “Entre ellos están disnea (dificultad para respirar, por lo general súbita), dolor tipo puntada (en el lugar donde se produce la embolia) y taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria)”.
Nahin agregó que las manifestaciones “no siempre se dan todas juntas y con la misma intensidad, ya que hay diferentes grados de embolia pulmonar: leve, moderada o severa, de acuerdo a la carga trombótica que impacta al pulmón” Y aclaró que puede afectar a un solo pulmón o ser bilateral. En este último caso “se habla de embolia pulmonar masiva, con formas que pueden ser mortales en el momento en que se desatan”.
El cirujano cardiovascular explicó que los factores de riesgo para esta condición están asociados a los de la trombosis venosa profunda, que es la causa que inicia la embolia. “Pueden darse dos o tres componentes de la llamada ‘triada de Virchow’ que consta de estasis sanguínea o lentitud de flujo; lesión endotelial de la vena y un estado de hipercoagulabilidad”.
“Los estados de hipercoagulabilidad pueden ser genéticos, como la trombofilia –donde la sangre presenta una tendencia a coagular de más–, o adquiridos, como por ejemplo el embarazo o la toma de anticonceptivos orales. También los pacientes con cáncer pueden tener estados de hipercoagulabilidad”, remarcó.
Pero una de las causas básicas que predisponen a la formación de trombos por la lentitud del flujo sanguíneo es la inmovilización, que puede darse “en largos viajes en avión o en un vehículo, en el que el pasajero no se levante y permanezca en la misma posición”. A su vez, toda persona internada en posición horizontal, ya sea por una fractura en los miembros inferiores, una cirugía o por cualquier otra causa que lo obligue a estar acostado durante días, “necesita recibir una profilaxis con heparina, que es un anticoagulante”.
Por último “las lesiones endoteliales, que ocurren en las venas, pueden ser muy pequeñas, pero aun así pueden desencadenar la formación de trombos”, agregó Nahim.
“Durante el tratamiento de las tromboembolias pulmonares agudas, el paciente debe quedar internado para comprobar la magnitud del daño. Los médicos tienen que realizarle un tratamiento anticoagulante para que la tromboembolia no progrese y además, darle un soporte sintomático frente a las dificultades respiratorias. En algunos casos, este problema puede compensarse con una máscara de oxígeno, pero otros pacientes más severos deben estar intubados con soporte hemodinámico, porque la tromboembolia de pulmón repercute en el ventrículo derecho, que se ve sobrecargado y puede aparecer una falla cardíaca aguda”, concluyó el experto.