Cuando un actor logra atravesar el corazón del espectador más desprevenido, es el inicio de lo que se llama “magia escénica”. Una sensación inmaculada de sentir por el otro, de compartir sentimientos y analizar silenciosamente las propias vivencias que a través de teatro, se plasman en una realidad categórica. Escuchar los relatos de Miguel Angel Solá, en la obra “El Diario de Adán y Eva” de Mark Twain (en el teatro Apolo) es una síntesis perfecta del verdadero misterio de la creación actoral. Tras 45 años de carrera, el actor se devora el escenario con la simpleza de los grandes. Sabe decir, sabe contar y danzar con las emociones como si se tratara de un carrousel de sentimientos pincelados. Todo lo expresa con tonos casi perfectos. No le teme al silencio y tampoco se apura a contar lo que necesita tiempo y maduración. Su cuerpo se transforma - pasa de ser una inocente criatura terrenal a un anciano de 85 años- y con certezas y convicción, recorre el escenario para hablar de lo más simple y puro: el amor. A su lado, la actriz española Paula Cancio - su esposa en la vida real- lo acompaña con solidez y una belleza que suma y aporta credibilidad a un texto tan exquisito como refinado. No es fácil para nadie compartir el escenario con un actor tan intenso como Solá. Ella no solo se atreve al desafío sino que lo aprovecha para un excelente lucimiento profesional. Esta es la segunda vez que la actriz se sube a un escenario ( su debút fue en “Testosterona”, protagonizado por Solá) , por lo cual se advierte su potencial talento por el arte. “El diario…”, fue estrenada en Buenos Aires en 1995 y se mantuvo en cartel hasta fines de 1999, incluidas dos giras nacionales y tres temporadas marplatenses. La actriz Blanca Oteyza y Miguel Angel (por aquel entonces pareja) fueron los autores del guión, junto a Manuel González Gil, quien hoy vuelve a dirigir la obra. La música de Martín Bianchedi y los arreglos musicales de Gerardo Gardelín le suman intención a las palabras y las escenas. El final es casi cinematográfico: onírico y de un impacto emocional que trasciende la ficción. Quizás porque se trata de revalorizar lo que uno perdió de vista e intenta recuperar: la mirada de un ser humano, el calor de un cuerpo que ama y la caricia verdadera, la que eriza, la que grita sólo amor .
NO TE LA PODES PERDER
PRÓXIMAS FUNCIONES:
VIERNES 13 DE MAYO. 0 hs.
TEATRO COLISEO.
Calle ESPAÑA 55
LOMAS DE ZAMORA.
ENTRADAS A LA VENTA en: www.plateaunotickets.com
Y en la boletería del teatro Coliseo.
SÁBADO 14 DE MAYO. 21 hs.
TEATRO NINÍ MARSHALL.
Calle PERÚ 1401
de TIGRE.
ENTRADAS EN VENTA WWW.TICKETEK.COM.AR
(5 237 7200), o en la boletería del teatro Niní Marshall.