El viernes 6, a muchos les llamó la atención que Marcelo Tinelli (54) no compartiera otro de los acontecimientos familiares del brazo de Guillermina Valdés (36), su pareja desde julio del 2012, y madre de Lorenzo (10 meses), su hijo mas pequeño. Micaela Tinelli (26), la hija del conductor, inauguraba en Patio Bullrich un nuevo local de Ginebra, su marca de ropa, pero esta vez los únicos que acompañaban a Marcelo eran sus hijos menores, Juanita (12) y Francisco “Tiki” Tinelli (16). Frente a la llamativa ausencia de Guillermina, quien siempre fue incondicional a la hora de brindar su apoyo a cada uno de los emprendimientos del clan, sólo se dijo que no había podido asistir por estar “abocadísima” a los ensayos de “Sexo con extraños”, la osada obra que estrenará en abril y la que marca su retorno como actriz, además de su debut teatral junto a Gastón Soffritti.
El argumento, por razonable, podía haber sido suficiente para despejar cualquier suspicacia. Pero la existencia de un rumor previo que anunciaba una supuesta crisis de la pareja, sin embargo, dejaba la puerta entreabierta a lo que, tan sólo tres días después, terminó por salir a la luz: inmersos en un fuerte distanciamiento, el conductor y Valdés podrían poner fin a su relación. Durante el último fin de semana, la llegada de Marcelo a Punta del Este, otra vez sin “Guille” y sólo en compañía de su hija Juanita para descansar en “Guanahani”, su chacra de la Boyita, no hizo más que alimentar la versión de su separación.