Sonríe a cada instante. Está cómoda, distendida. Mientras toma jugo, Guillermina Valdés (37) recibe cariñosa y agradecida a sus selectos invitados en el segundo piso del Hotel Clásico, en Palermo. Es jueves 12 de marzo, 11 am, plena presentación de la nueva colección de la marca de zapatos que tiene junto a su incondicional amigo, el diseñador Fabián Paz, y las tensiones se liberan. Está en su mundo, en ese que elige vivir bien cerca de sus afectos, concentrada full time a su debut teatral y alejada de las múltiples versiones que circulan sobre su separación con Marcelo Tinelli (54). “Más allá de la distancia, con Marcelo hablamos todos los días, por Lolo (Lorenzo Tinelli) más que nada. Tenemos una relación excelente. Los dos sabemos que nos debemos una charla a corazón abierto apenas él vuelva de viaje”, le confió Valdés a su amiga Paula Kohan, la misma actriz que oficiara de celestina, en junio de 2012, cuando el conductor y la modelo compartieron una cena en un restaurante, en el evento que contó con la convocatoria de la agencia “Surreal”.







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