Apenas transcurrieron cuatro meses desde que se dieron el primer beso. Fue un romance que ella bautizó como “chapado a la antigua”. Con otros tiempos. Relajado. Así le gustó definir a Iliana Calabro (47) su relación con el empresario italiano Antonello Bardi Gandolfo (48). Se habían conocido en marzo de este año y recién el 20 de abril sus labios se encontraron por primera vez en un apasionado beso. Ella no quería ponerle etiquetas a esa relación que estaba viviendo y que le hacía latir el corazón como cuando era una adolescente. Cándida, casi inocente, finalmente Iliana dejó los temores de lado y se atrevió a vivir una relación diferente con el dueño de una empresa de muzzarella que también traía una historia de separación e hijos. “¡Somos amici íntimi!”, se animaron a aventurar en CARAS al oficilizar su romance. Justamente cuando Antonello estaba terminando de organizar su planeado viaje a Italia para visitar a su familia, como lo hace cada año, después de las vacaciones de invierno que pasa en Buenos Aires con sus hijos. Hasta ese momento, los planes se hacían por separado. Iliana sólo hablaba de su trabajo para el futuro y lo mirada expectante. Y, finalmente, Antonello la sorprendió y le propuso que lo acompañara y así tener la oportunidad de conocer a toda su familia italiana. Después de hablarlo con sus hijos, y sin pensarlo un instante más, Iliana aceptó y comenzó a preparar sus maletas. El viernes 7 la pareja arribó al aeropuerto internacional de Ezeiza para abordar el vuelo 1140 de Aerolíneas Argentinas que los llevaría directo a Roma. “Vamos a Italia a conocer a su familia”, adelantó Iliana. De allí aún los esperarían unos 454 kilómetros para, finalmente llegar a la tierra de Antonello, Bari.
“Se Parigi avesse il mare, sarebbe una piccola Bari”, el tradicional refrán,“Si París tuviese mar, sería una pequeña Bari”, con el que le dieron la bienvenida a Iliana.
“¡Estoy fascinada con todo! Con el paisaje, la gente maravillosa y la comida riquísima... En Bari hace mucho calor y siempre hay un sol radiante. Desde que llegamos estoy conociendo a toda la familia de Antonello y a sus amigos. Hablo perfecto el italiano, así es que no tengo problemas para comunicarnos. Todos los días tenemos gran actividad social”, contó Iliana a CARAS.
Ya un poco más relajada, después de romper el hielo con las presentaciones que algunos nervios le producían, la actriz y cantante, también aprovechó para conocer la bella ciudad ubicada en el sur de Italia, con pintorescas calles de la “Bari Vecchia”, sus múltiples iglesias y plazas, sus atractivas edificaciones medievales, sus puertos antiguo y nuevo y una costa tan bella que alterna zonas rocosas con arenas blancas sobre las cristalinas aguas del Adriático.