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El certamen de cocina Masterchef, tiene un nuevo campeón luego de una final peleada y apasionante. El excelso jurado de Donato de Santis, Germán Martitegui y Christophe Krywonis decidió coronar al polémico Alejo Lagouarde (26) como el mejor cocinero amateur de la Argentina, quien recibió como premio $350.000, la publicación de su libro de recetas y el trofeo de “MasterChef”. El menú elegido fue un exquisito gazpacho de melón con crocante de Jamón Crudo y brote de rúcula, como entrada, y lomo de Ciervo con croute de chile, ciruelas asadas y polvo de hongos como plato principal. Perteneciente a una familia de buen pasar, dedicada al sector inmobiliario, Alejo, el “arrogante” del reality, vive en Recoleta, estudia Marketing en la UCES y sólo le faltan tres finales para recibirse.
El subcampeón y ahora su amigo, Martín Matroni (30), también tuvo su reconocimiento por ser el favorito en las redes y por tener ese marcado enfrentamiento contra el talentoso Alejo, que imponía sus dotes de cocinero con una fuerte personalidad. Martín está en pareja y tiene un hijo, Renzo (6), que lo alentó en la final. Sus dos hermanos se dedican a algo totalmente opuesto a su profesión: son tanatopraxistas, quienes preparan los cuerpos post mortem.
—¿Cómo manejan la exposición? ¿Son conscientes que gran parte del país habla de ustedes?
Alejo:— A mi la exposición me gusta. Si no hubiera gente que mira la tele y que aprecie un talento, no existiría el formato ni nosotros. No me considero famoso, soy conocido, y sé que voy a serlo por poco tiempo y nada más.
—¿Qué fue lo más extraño que le dijeron al reconocerlo?
A: Hay muchas propuestas decentes, indecentes, de todo tipo (risas). “Cociname que te hago todo, poneme a la parrilla, degustame entera”, por ejemplo. Pero la verdad que si acepto una de esas propuestas quedaría muy egoísta con otras que me hacen, entonces, me quedo sin nada. (risas).
—Martín, ¿Cómo vivió el último programa?
— Lo viví feliz, re contento, porque pudimos repasar todos los pasos que hicimos juntos durante el programa, y como dice Alejo, devolverle a la gente todo el cariño, la buena onda.
—Durante el final, cuando se anunció el ganador, hubo mucha especulación con lo que se dijeron al oído, antes del abrazo.
