Parecía ser otro verano más de felicidad compartida, sobre todo después de la “inolvidable” noche de Año Nuevo que Fernando Burlando (50) dice haber pasado con “Barbie” Franco (24), familiares de ella y muchos amigos en su casa de Solanas. Una velada que se extendió hasta las nueve de la mañana, que tuvo como invitados especiales a Valeria Lynch (64) y a su marido, el brasileño Cau Bornes, y que terminó con las sobrinas de “Barbie” bailando en el deck con soñada vista al mar. Todo más que en orden, hasta que un par de días después sobrevino una discusión en el seno de la pareja y la ex azafata de Guido Kaczka (37) decidió volverse repentinamente a Buenos Aires. “Me fui a la casa de mi mamá en Buenos Aires”, aseguró ella en portales de internet, mientraas el mediático abogado recibió a CARAS en su refiugio esteño para confirmar la situación: “Sí, hubo una crisis repentina y ‘Barbie’ se fue. Yo estoy con calma, tranquilo, rodeado de amigos que hacen de contenedores y con mis hijas, María y Delfina, que se acaban de instalar. Si la vida trae esto será por algo, me parece que todos tenemos la felicidad muy cerca, sólo hay que buscarla. Y si ‘Barbie’ no quiso ser parte de este juego hay que respetarla. Ahora estoy solo, creo que esa es la mejor forma de buscar y proyectar objetivos”, aseguró el letrado platense, molesto por algunas versiones que ya lo señalaban cerca de otra mujer: “La vida sin una mujer uno no la puede analizar, pero me parece que ‘Barbie’ me dio tanto a mí que faltarle el respeto a muy corto plazo de una discusión sería una locura. Y no nos lo merecemos ni ella ni yo”, sentenció.
El episodio alteró lo que para Burlando y los suyos asomaba ser un verano de renovada felicidad, después de un 2015 que el abogado recuerda como un “año increíble, de mucha alegría y diversión”. Su sorpresiva participación en el “Bailando por un sueño” fue un desafío que el doctor se propuso sortear a pesar de las voces en contrario, que le aconsejaban no ser de la partida. “Más que un desafío fue para acompañarla a ‘Barbie’. Y me divertí, además de la satisfacción interna de lograr que tanta gente ayudara y colaborara con el Hospital de Niños de La Plata, toda una debilidad para mí. ¿Si vuelvo a participar este año? Creo que no, me parece que ya es una etapa cumplida. Y es un buen momento ahora para retomar las riendas del estudio en un año muy especial, en el que todos debemos colaborar con este nuevo país y este nuevo proyecto”, destacó Burlando, quien aprovecha la pausa estival para recuperarse de una seria lesión en la rodilla: “Cuando puedo hago doble turno, me vine con mi personal trainer, ‘El Oso’, uno de los responsables de que a cuatro meses de la operación este cada vez menos rengo”. Y como es muy difícil hacerlo desistir de lo que se propone, jugó al fútbol en el Campus de Maldonado con la rodilla aún en plena sanación: “Cuando es a beneficio, hay que hacer cualquier cosa. Me indigné porque mis compañeros fueron unos egoistas tremendos, y tuve que agarrar el micrófono en pleno partido para pedirles que me pasen la pelota”, comentó sobre su festejada participación en el Partido de las Estrellas, a beneficio de la Fundación Niños con Alas.
Contento por las reformas que implementó para este verano en su casa de Solanas, un trabajo que compartió con el decorador Alejandro Balut y con el que reforzó la privacidad de la piscina y del deck, Burlando se refugia en sus hijas, en sus mascotas y en sus amigos de ley que nunca lo abandonan. Lejos del resentimiento o de la decepción, tiene el lomo curtido como para capear el momento sin temor a lo que venga: “Ella puede hacer de su vida lo que quiera, pero mi postura sobre una mujer, y sobre ‘Barbie’ específicamente, es esta”, dice, sabedor de que el tiempo siempre se guardará la última palabra.