Las tradicionales vacaciones de invierno de la Familia Real de Holanda mostraron al Rey Guillermo (48) y a la Reina Máxima (44) más enamorados que nunca, tras la celebración del 14 aniversario de su casamiento. El imponente paisaje nevado de los Alpes de la localidad austriaca de Lech am Arlberg, donde la “Sangre Azul” de los Países Bajos vacaciona desde hace más de medio siglo, fue el marco idílico en el que los monarcas demostraron que, desde que contrajeron matrimonio el 2 de febrero de 2002, en Amsterdam, el amor entre ellos se fue fortaleciendo.“Estos catorce años han pasado volando. Nos han sucedido tantas cosas y todas tan buenas que, sin lugar a dudas, nos encanta celebrarlo”, declaró Guillermo.
Acompañados por sus hijas Amalia (12), Alexia (10) y Ariane (8), por la Princesa Beatriz (78), y los Príncipes Constantino (46) y Laurentina (49) —que estaban con sus hijos, Eloise (13), Claus (11) y Leonore (9)—, Máxima y Guillermo realizaron las fotos familiares de rigor y luego se dedicaron a disfrutar de su pasión por los deportes invernales. Las tres hijas de Máxima, perfectamente equipadas para practicar el deporte blanco con cascos y guantes, hicieron una verdadera exhibición, con la princesa Beatriz de testigo, que no pudo disimular el orgullo que siente al observar el progreso que lograron sus nietas.
Un capítulo aparte merece Zorreguieta, que lució delgadísima tras haber bajado diez kilos y reducido tres tallas gracias a una dieta reducida en grasas y suplementos personalizados a base de proteínas y aminoácidos. Tanto sacrificio, además de demostrar sus frutos estéticos, también sumó beneficios a la hora de desplazarse con los esquíes sobre la nieve. La Reina se mostró más veloz que nunca y se animó a exhibir habilidades sorprendentes, que fueron aplaudidas por su familia.