Teléfono celular en mano, gorra con visera y equipo de ropa deportiva, Fabián Rossi, el ex marido de Iliana Calabró, bajó rápidamente de su camioneta para refugiarse, como lo hizo durante todo el fin de semana, en su nueva casa ubicada en el pintoresco barrio River.
El lunes 11 de abril, luego de levantarse cerca de las 7 de la mañana, Rossi partió a desayunar con unos amigos en un bar, para regresar a las 11:43, según contaron vecinos. Muchos son los misterios que rodean al hombre luego de que se emitiera un video en donde se lo ve junto a gente que está contando millones de dólares en la financiera “SGI”, donde él trabajaba, lugar que fue denominado “La Rosadita”.
Debido a las imágenes difundidas por un noticiero, Rossi fue citado a declaración indagatoria pero él se negó y entregó un escrito en donde explica su situación: “Lo que se vio forma parte de mi manera de ser, el ayudar a mis compañeros de trabajo, y eso hice mil veces, sirviéndole café a más de un cliente, ayudando a hacer las compras en el súper frente a la oficina, como ya relaté, o como en el caso que nos ocupa y que en definitiva motivó este nuevo llamado a declarar: ayudando a contar dinero a los empleados de tesorería”, escribió Rossi y descartó todo vínculo con Lázaro Báez a quien dijo que “ni siquiera” conoce.
Mostrándose indignado por la interpretación que se le dieron a las imágenes en La Rosadita y su vínculo con Báez, Rossi fue por más y aseguró: “Realmente es infundado y temerario afirmar que conozco o que tengo estrecha relación con Lázaro Baez, cuando ni lo conozco, ni jamás lo vi en mi vida, ni jamás hablé con él”, contó.
El lunes, día en el que CARAS lo encontró llegando a su casa, el ex de Iliana prefirió guardar silencio, no mirar a la cámara fotográfica y sólo atinó a caminar hacia su casa y decir que todo lo que tenía que explicar ya lo había hecho ante la Justicia. Ya lejos de Iliana, con quien tiene dos hijos, Nicolás y Stéfano, Fabián Rossi hoy se muestra muy solo y abatido.