La sangre caribeña y la cultura reggae que impregnan su historia sirven para definir una personalidad divertida, colorida y amigable como la de Rohan Marley quien visitó nuestro país por primera vez, con la excusa del lanzamiento de la nueva línea de sonido "House of Marley". "Argentina es uno de esos países que siempre soñé con visitar. En el colegio tenía un compañero argentino y gracias a él, aprendí a amar este país. Una de los primeros recuerdos que tengo de Argentina es haber visto jugar a Mario Kempes. Amo el fútbol y la forma que ustedes tienen de jugarlo. Además estoy atónito con las mujeres. Es tal la diversidad de mujeres que no lo puedo creer. Hay rubias, morochas, pelirrojas, alta, bajas, flacas, rellenitas, hermosas todas y no puedo creer esa diversidad cultural que existe acá", relató entre sus primeras impresiones. El ex jugador de futbol americano y padre de los hijos de la cantante Lauryn Hill, lleva sobre sus hombros, con orgullo y convicción, un estilo de vida que aprendió de su padre, el legendario Bob Marley. "Me encanta el tango, pero no sé bailarlo. Quisiera poder hacerlo porque bailar es una de mis pasiones. Cuando lo hago, bailo como loco, entro en trance, con la misma energía que tenía mi padre. Cuando él estaba conmigo, yo siempre me portaba mal. Y mi padre me decía: 'Escucháme bien, porque si seguís portándote así, dando problemas, vas a dejar de ser mi hijo'. Él quería que yo hiciera cosas buenas y más espirituales, y en ese momento yo no lo entendía. Siempre me decía que aprendiera de mis raíces, de mis orígenes. Me miraba, él parado y yo sentado, desde arriba y me retaba: 'Yo soy tu padre, miráme bien y aprendé de mi. No aprendas de nadie más y no se te ocurra aprender otros hábitos, otras costumbres de nadie más, porque tu padre soy yo'. Ahora que tengo hijos, siempre estoy preocupado por saber en qué andan y cómo están y fundamentalmente en transmitirles que vivan en libertad como me enseñó mi padre. Él falleció cuando yo tenía 9 años. A mi nunca me habían dicho que estaba enfermo. Como yo no tenía pasaporte no pude viajar desde Jamaica, para estar con él, cuando murió en Miami. Ese día, yo estaba jugando a la pelota en el jardín, detrás de la casa. Cuando me dijeron que había fallecido, no entendía a que se referían, no entendía el significado de esa palabra y creo que hasta me reí y seguí jugando. El resto de la familia estaba dentro de la casa y yo afuera, jugando. Me acerqué y pude ver que mi madre y otros familiares lloraban y fue ahí cuando lo entendí. Durante dos días seguí jugando. Solo jugaba hasta que unos amigos de la familia pusieron una bandera negra en el patio, porque nosotros los rastafaris no realizamos funerales, sino que aceptamos la vida tal como es. Estaba esa puta bandera y yo estaba furioso. Era el único hijo de Bob en el jardín. Lloraba y mi hermano Stephen, cuando llegó, me consoló". Ante la pregunta de CARAS sobre el recuerdo de su padre, Rohan exuda puro orgullo. "Si tuviera que decirte ahora cuál es el recuerdo más fuerte que tengo de él, diría que su aroma. Mi padre tenía un perfume muy especial. Su aura entremezclaba el aroma del ananá, con la comida casera de mi hogar, la madera de nuestra casa y el océano. Por eso siempre que tomo algo con ananá recuerdo a mi padre", cuenta para -ante la sorpresa de todos- emocionarse hasta las lágrimas.
Por Alberto Anta.
Fotos: Eduardo Giménez.