Vestidos estilo “Pin Up”, faldas tubo por debajo de la rodilla y zapatos de tacón. Estampados de fantasía, collares y pendientes de perlas. Si tuviera el poder de teletransportarse, Griselda Siciliani (39) no dudaría en detenerse en los gloriosos años ‘50. “Siempre me inspiró la moda de esa época. Sobre todo las divas; las mujeres italianas como Sophia Loren, con ese pelo loco y su ajustada falda lápiz”, admite la versátil actriz y figura de “Sugar” sobre la edad de oro de la moda, material de inspiración a la hora de elegir sus prendas. Carismática y espontánea en sus respuestas, llega a la entrevista con CARAS sobre unas bucaneras negras con plataforma, falda portafolio tiro alto con detalles de volado y tapado amarillo, una de sus prendas fetiche.“No soy tan modernosa, tengo un estilo más bien retro”, sintetiza quien es la imagen de la nueva campaña “Primavera-Verano” de la firma Markova. “Si hay algo que me gusta del verano son los vestidos y las faldas, más que los pantalones. Por eso me identifico con esta colección. Uso mucho colorado, amarillo, verde; colores plenos y le escapo un poco al estampado”, explica desde el “Rooftop” del Hotel Alvear.
Mientras se quita el saco, la intérprete revive con nostalgia su niñez en las clases de danza, etapa en la que la moda no la representaba ya que, recuerda, vivía en zapatillas y con la ropa de baile. “No era para nada coqueta”, asegura. “Trendsetter” y transgresora de las normas del universo fashion, admite que para ella “son reglas pacatas” y que su estado de ánimo es un factor determinante al momento de elegir sus outfits.“Me visto como me levanto. Un día me re-lookeo y al otro nada que ver. Puedo tener una gala e ir con un básico o una cena normal y clavo vestidazo para matar”, confiesa. Y se sincera: “No soy para nada respetuosa de lo que se usa o no y a veces me pongo rarezas, aunque sepa que es algo que me van a criticar. No sigo las tendencias. Si es algo que no va conmigo no me lo pongo; siento que estando segura con lo que llevo es la única manera de verme atractiva”.
En su closet, al que describe como “un gran desorden”, conviven numerosas faldas tiro alto, zapatos, botas de taco, tapados de todas las texturas y colores y hasta la clásica“jogguineta”, cómoda para ensayar. “Para ir a buscar a “Margui” (Margarita) al Jardín puedo estar en pijama, tapado y con gafas porque no me gusta maquillarme”, sostiene sobre su hija de 5 años quien a su edad ya es toda una “fashionista”. “Le divierte, se disfraza y se pone cualquier cosa. Yo la dejo que arme sus propios looks. Sabe muy bien lo que le gusta y lo que no”, señala la protagonista del suceso teatral más taquillero del año, producido por Gustavo Yankelevich en el teatro Lola Membrives. A seis meses de su estreno, la ex pareja de Adrián Suar (49) admite: “Todo está mucho más afianzado, las escenas, los cuadros y sobre todo la parte coreográfica. Bailo con total libertad y realmente da ganas de hacer el estreno ahora y que vuelva Susana”. Y, sin perder la frescura que la caracteriza, concluye: “En el escenario me ven divina pero en mi vida soy muy relajada, no cuido tanto mi imagen. No me identifico con la mujer perfecta, elegante y siempre prolija. Me asemejo más a una mujer poco conservadora, más políticamente incorrecta y libre”.
por Sabrina Galante
Fotos: Santiago Albanell
Agradecimientos: Estilismo Ash Mateu, Make Up Clara Stornini, Pelo Matías Giachino, Locación “Rooftop” Hotel Alvear.