Durante la producción de fotos siente unas tiernas pataditas. Es su pequeña beba de 25 semanas de gestación que le envía un mensaje a su madre, la bella Luisana Lopilato (30). Ella ríe y le avisa a todos, “¡Miren, miren, me está pateando justo ahora!”, pero el llamado de su hija no la detiene. Y con su habitual carisma y buena onda, la actriz sigue posando para CARAS. Transformada con el paso de los años en una intérprete cada vez más afianzada, “Lu” se muestra ansiosa y feliz por el estreno, el próximo 19 de abril, de “Perdida”, el filme que la tiene como protagonista y que es un thriller que atrapa al espectador hasta el último minuto de la película.
En la cinta, Lopilato interpreta a Manuela “Pipa” Pelari, una policía que intenta esclarecer la desaparición de su mejor amiga sucedida años atrás, cuando habían viajado a San Martín de Los Andes. En ese entonces las chicas deciden abandonar el hotel junto a otras dos amigas para ir a bailar con un desconocido y una de ellas desaparece. La historia arranca catorce años después cuando ella reabre la investigación. Lejos de mostrar su belleza natural o su gracia, en la película se destaca la seriedad del personaje de Luisana, su manejo de armas y su preparación para la lucha. Una interpretación estelar que la consagra, en esta oportunidad, como una gran actriz dramática. “Fue todo un desafío filmar esta película, pero estoy muy feliz con el resultado”, contó la mamá de Noah (4) y Elías (2), casada con el cantante Michael Bublé (42), y quien en tres meses tendrá su primera nena.
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—¿Cómo fue su experiencia de trabajar en una película oscura que trata un tema tan delicado y siempre actual como es “la trata de personas”?
—Cuando leí el libro me atrajo desde el primer momento. Me gustó el suspenso que tiene, la historia… Y mientras lo leía no podía dejar de comprometerme con las madres que buscan y jamás paran de buscar a sus hijos. Yo soy mamá y no dejé de ponerme en el lugar de los familiares. Es un tema desesperante; el no saber qué pasó con un hijo es realmente angustiante. Por eso me gustó el lema de la película y el logo que armaron: “Nunca dejes de buscar”.
—En el filme interpreta a una mujer policía que reabre el caso de una amiga desaparecida 14 años atrás y se la ve muy firme en las escenas en las que maneja armas de fuego y lucha… ¿Recibió entrenamiento para realizar esas tomas violentas?
—Si, por supuesto, la producción de la película puso todo a mi disposición. Fui al “Tiro Federal” a aprender y practicar el uso de armas. Me enseñaron cómo empuñarla. Porque el arma pesa mucho, no es de juguete, es un elemento importante. Me ayudaron y me dijeron cómo hacer las cosas bien. También tuve entrenamiento de combate. Hubo todo un equipo de efectos especiales que preparaba todas las coreografías de lucha así es que tuve que aprender bastante. Me mostraban secuencia por secuencia. Recuerdo que la escena más larga de lucha en la película me tomó tres días.
—¿Siente que esta película, por el papel que tuvo, es el trabajo más trascendental que ha realizado?
—No sé, creo que no. Sí pienso que es diferente. Venía de hacer “Los que Aman Odian”, que fue un desafío tremendo el de interpretar a una “femme fatal” de los años ’40 y contar otra historia seductora y femenina. Y en este filme soy todo lo contrario; una policía a quien no se le escapa una sonrisa. Una mujer determinada a esclarecer un crimen que no muestra una gota de seducción. Deja todo lo femenino de costado.
—Como madre, ¿Se sintió tocada por la historia?
—Si, muy. Soy mamá y fue inevitable ponerme en esos lugares de las personas cuyos hijos están desaparecidos. Cuando te llegan estas historias, te mueven algo interior. Es un tema actual que pasa y que se vive casi diariamente. Seguramente hay muchas historias de este tipo que uno desconoce.
—¿Sintió angustia durante la filmación?
—Sí, hubo momentos en los que pensar en la situación me angustió mucho. Cuando la ficción está tan cerca de la realidad es imposible no sentir nada. Como dije antes, ponerse en el lugar de familias que tienen hijos desaparecidos fue una experiencia terrible.
—Su primera película fue en 1998…
—¡Eso me lo dije ayer..! Pasaron 20 años de mi primera película y 10 años desde que conocí a Michael. Cuando filmé mi primera película, justamente tenía diez años. Nada, una pavada pero me puse a pensar en eso…
—¿Qué comentarios recibió de su marido cuando le dijo que iba a hacer esta película que toca el tema de "trata de personas"?
—No sabe nada. El dice que cuando me pregunta qué voy a hacer, nunca le sé explicar con simpleza cuál va a ser mi trabajo (risas). Y la verdad es que tiene razón, nunca sé explicarle bien qué voy a hacer. La película la vimos juntos y aunque Michael habla castellano fluído, le pusieron subtítulos para que la entienda bien. Todavía no me hizo ninguna crítica, sí me felicitó por mi actuación. La verdad es que fueron muchos días de filmación y muchas horas de cansancio.
—Hablando de cansancio, ¿Cómo transita su embarazo?
—Re-bien. Los primeros tres meses estuve un poco enferma pero ahora lo llevó súper bien y sin ninguna molestia o algún síntoma. La beba nacerá a fines de julio o principios de agosto, en Canadá, donde vivimos.
—¿Cuándo se enteró que estaba embarazada?
—Justamente el último día de filmación de la película... Habíamos ido a comer y brindamos. Yo tomé una copa de vino en la cena y me sentí re-mal. Entonces comencé a pensar qué me había podido caer mal. Recuerdo que los técnicos me cargaban porque cuando parábamos a almorzar yo me servía dos platos de comida y decían: “¡Ahí llegó el pibe a comer!”. Pero bueno, en ese momento no sospeché nada. Estaba en España. Después de esa comida pasó la fecha que toda mujer tiene por mes, me hice un test de embarazo y me dio positivo.
—¿Cómo le dio la noticia a Michael?
—No le tuve que contar nada porque me hice el test de embarazo con toda la familia, (risas) con Michael, Noah y Elías... Mi marido y yo saltamos de alegría. Y los chicos, como todavía son muy pequeños, mucho no entendían lo que sucedía pero ahí se enteraron que iban a tener una hermanita.
—Usted está acostumbrada a criar varones, ¿Cómo se ve siendo mamá de una nena?
—Y… No sé, vamos a ver. Yo tenía muchísimas ganas de que fuera una nena. Siempre dije que iba a ser mamá de varones, pero bueno llegó la mujercita y nos viene justo porque Michael tiene cara de papá de nena. Yo me doy cuenta qué hombre es papá de nenes y cuál es de mujeres. Por ejemplo, vos tenés cara de papá de nenas (dice Luisana y acierta). Los hombres que tienen nenas muestran una sensibilidad diferente con las mujeres. Me imagino sentarme a ver una película suave, tranquila, con mi hija en brazos, tipo “La Bella y la Bestia”, “Cenicienta”... Porque me tienen podrida en casa con “Star Wars”, el “Hombre Araña”... Michael los está re-cebando a ver todas las de “Star Wars” y yo nunca puedo disfrutar de una película tranquila. Todo es aventura y lucha (risas). Me imagino peinándola, pintándole las uñas, jugando a cosas de nenas… ¡Va a ser increíble!
—¿Qué dicen los nenes sobre la llegada de su hermanita?
—Son chiquitos… Saben que tengo un bebé en la panza y no mucho más. Tienen 4 y 2 años y aún no pueden imaginársela como yo.
—¿Tiene antojos?
—No. Ninguno, así es que Michael no tiene que salir corriendo a la noche a comprarme nada (risas). Con Noah sí tuve; me recontra acuerdo. Quería comer mucha carne roja. Asado, vacío… De todo.
—¿Cuida su figura o se da todos los gustos durante el embarazo?
—¡No me cuido nada! Me doy todos los gustos que quiero. Pero llevo una vida sana; me gusta entrenar, cuidarme la piel y hago todo para sentirme bien. Ahora estoy entrenando con un profe todos los días, de lunes a viernes. Y después a casa a disfrutar de mis hijos y mi familia.
—¿Aumentó mucho de peso? ¿Le preocupa tener kilos de más?
—No tengo la menor idea. Sí sé que aumenté pero creo que sólo los kilos que pesa el bebé. Y no me preocupa en lo absoluto.
—Respecto a la enfermedad que sufrió Noah y que finalmente venció, ¿Hay que hacerle controles? ¿Cómo sigue su situación?
—Mis dos hijos están perfectos. No hay que mirar atrás; sólo hay que proyectar hacia el futuro.
—Usted es muy religiosa ¿Siente que después de lo que ha vivido con su hijo mayor, la llegada de esta nena es una bendición de Dios?
—Un bebé siempre es una alegría para la familia, para todos. Ahora veo bebés por la calle y me emociono. Creo que toda llegada de un hijo es una bendición. Y cuando me dijeron que era nena, me puse súper feliz.
—¿Ya tiene nombre de su hija?
—No. Aún no pensamos en ninguno así es que no tenemos la menor idea de cómo se va a llamar.
—¿Imagino que ya tiene el dormitorio y hasta lo ha decorado?
—Todavía no sólo no tiene dormitorio, aunque calculo que dormirá en el cuarto de Elias y a él lo cambiaremos. Al día de hoy no tiene ni dormitorio ni mucho menos la decoración pensada. Es más, todos me preguntan si ya empecé a comprarle ropita y la verdad es que ¡no! Estamos en cero. No compramos nada. Es la primera vez que estoy disfrutando momento a momento del embarazo sin pensar más allá.
—¿Lo que vivió con Noah la fortaleció como mujer?
—No sé si me fortaleció pero sí me cambió la perspectiva de la vida.
—Ahora viene la nena, ¿Tiene pensado después de su nacimiento seguir agrandando la familia?
—Los tres primeros meses dije “no tengo más hijos”, porque me sentía mal de verdad. Pero ahora que pasó el tiempo, sinceramente, no lo sé. Me siento tan bien que, a lo mejor, me gustaría tener otro hijo más. Igual necesito un break de unos cuatro años. Noah, Elias y la bebé que viene, se llevan dos años entre cada uno. Quizás tengo más hijos pero me voy a dar un tiempo.
—Con la crianza de los hijos y los compromisos laborales que tienen tanto usted como Michael, ¿Cómo hacen para mantener ese amor tan grande que los une?
—¡Eso es lo que se ve de afuera..! (Carcajadas) Qué puedo decir… Michael es mi familia. No lo veo lejos de mí. Estamos muy enamorados y hablamos todo. Por supuesto que hay momentos que discutimos, ¡Somos una pareja normal! Pero la verdad es que no hay secretos entre nosotros. Nos amamos y nos cuidamos siempre. No sé cómo explicarlo de otra forma. Michael es mi familia. Pasaron diez años y la admiración que tengo por él como persona, padre y cantante, sigue intacta y crece día a día. Jamás dejé de admirarlo como marido. Nos protegemos el uno al otro. Soy una mujer muy protectora y me muevo siempre en familia.
—¿Cómo definiría a Michael cómo papá?
—Re buen padre. El mejor. Cocina, los baña, los ayuda con las tareas, se ocupa de todo. Ahora que estoy con el trabajo de la prensa de la película, quien se ocupa de los chicos es él. En este momento él está en casa con las criaturas. Es un papá fantástico que se desvive por sus hijos. Un gran ejemplo de padre. Cuando él trabaja me ocupo yo de los nenes y cuando yo trabajo se ocupa él. Nos complementamos perfecto.
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—¿Cómo le gustaría que la recuerde el público pensado de aquí a muchos años?
—¡Dios! ¡No me voy a morir mañana! (risas). No sé; lo veo muy lejos, no tengo la menor idea.
—Finalmente, ¿Cómo se define?
—Esa es facilísima. Tengo una nueva definición para mí. Hoy me defino como una buena “ama de casa”. El otro día me hicieron llenar un formulario para no sé qué cosa y puse “Ama de Casa”. Porque pensé “¿Qué le voy a poner? ¿Actriz? No da.” Ese es mi primer rol: ser ama de casa. Es la verdad. Amo estar en casa criando a mis hijos, cocinarles sano... Hago una lasagna increíble con verduras. También preparo ricas carnes. Me gusta la cocina y lo que no sé aprendo rápido. Mi hermana, que es Nutricionista, me manda muchas recetas. Me gusta que en casa todos comamos sano. Siempre quiero que coman saludable y nutritivo.
por Federico Levin
(Producción: Fernanda Vaudagna)
Cristian Welcomme
Agradecimientos: Asistente de producción:
Sol Miranda. Estilismo Bernie Catoira
@berniecatoira. Peinó: @jaz.sanders para
@bebesandersok Maquilló: Pao Dessaner
@paodessaner. Hotel Windham Nordelta. Vero Far. @vitaminaoficial.