Hace un año que llegó para cambiar la vida de sus padres. Y si bien por ser primerizos no sabían con qué se iban a encontrar, tanto “Lucho” Jacob (34) como Melina Petrochi (28) admiten que la paternidad es “algo que no lo dimensionás hasta que llega”.
Y fue el 3 de mayo de 2017 cuando Ciro Jacob (1) nació para iluminar el hogar de la pareja de modelos y confirmar aquello de llegar “con el pan bajo el brazo”, un refrán que abarca a los tres por igual: “El año pasado fue el mejor mío en la Argentina, y además me sigue saliendo trabajo para afuera, como la campaña de L’Oreal que vengo de hacer en Bulgaria.Y ‘Meli’ retomó apenas un mes después de ser mamá, increíblemente está más flaca que antes de quedar embarazada.
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Por si fuese poco, Ciro ya hizo tres campañas, dos con su madre y otra con chicos de diferentes edades. A tal punto que ya tiene sus ahorros en dólares, nosotros se lo cambiamos y se lo guardamos para que cuando sea grande pueda comprarse lo que quiera”, relata el modelo que en el 2010 protagonizó con Madonna (59) una recordada campaña de Dolce & Gabbana, y que a través de una ONG a la que se asoció, Vao Vive Argentina, ayuda a diferentes hogares de niños como el Leopoldo Pereyra y Senderos de Amor.
Recientemente mudados a una casa en Pilar con mucha Naturaleza, ese cambio de vida ya se manifestaba antes de que Ciro naciera, ya que “Lucho” y Melina modificaron sus hábitos alimentarios en pos de la salud de su hijo. “Empezamos a preocuparnos por comer más sano apenas nos enteramos del embarazo de ella. Fue un tomar conciencia de que lo que estábamos ingiriendo iba a reflejarse en nuestro hijo, y a partir de ahí lo asumimos como una inversión. Sabemos que la comida orgánica es más cara, pero ganamos en salud. No de casualidad ‘Meli’ tuvo una producción de leche espectacular y el enano está perfecto, toma mucha teta y come todo lo que le damos”, dice “Lucho” con el aval de su mujer. Y si algo le faltaba al pequeño para “comprarse” a sus padres, su simpatía y sociabilidad todo lo pueden. “Acaba de cumplir un año y se levanta todos los días riéndose, es pura simpatía. Y no tiene problemas si se despierta y se encuentra con alguien que no conoce, siempre te sonríe y le pide brazos a todo el mundo. Ya dice ‘papá’ y ‘mamá’, con eso nos está sacando todo (risas)”.
Más allá de las clásicas conjeturas sobre a quién se parece, sus padres valoran más lo saludable que es. “Todos dicen que es igual a la madre y que tiene mi espalda. Pero lo que más nos importa es que es muy sano, es alto (83 centímetros), pesa once kilos y empieza a dar sus primeros pasitos”, coinciden. En sintonía con esa tendencia pro vida saludable que pregona la pareja, ambos sueñan a futuro con las doce hectáreas que compraron cerca de Villa General Belgrano, en Córdoba, donde planean instalarse más adelante. “Queremos hacer unas cabañas y posiblemente un spá, es un lugar soñado entre sierras, quebradas y cascadas. Será seguramente ‘nuestro lugar en el mundo’ para otra etapa de nuestras vidas”, anticipan.
por Carlos Cervetto
(producción: Alicia Blanco)
E.GIMENEZ/PERFIL
Agradecimientos: Cardon; Gabriela de Bianchetti
Niños; Arredo; Doo Australia.