La querida cantante Gladys, “La Bomba Tucumana” retomó con fuerza su carrera en la música después de su inolvidable participación en la última edición del Bailando por un Sueño.
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Exigente y responsable consigo misma, se dio cuenta que había que hacer unos “pequeños retoques” para presentarse ante su público como ellos merecen. La Bomba viajó a Buenos Aires y se sometió a una Lipoescultura para eliminar la pancita. En diálogo con CARAS, en exclusiva, confesó: “me hice una lipoescultura en la pancita porque estoy grande. Quiero verme espléndida para mi público y a pesar de que me cuido un montón, la pancita no se iba”, y agregó: “también me hice un levantamiento de senos porque después de amamantar se habían caído un poquito. Tuve que hacerlo. Ahora, las lolas me quedaron divinas. Están hermosas”, afirmó contenta del resultado y continuó: “estoy bárbara para la edad que tengo. Las cirugías no me gustan porque no me gusta lo artificial. No me gustan las uñas esculpidas ni las pestañas postizas. No resisto lo que no es mío y me molesta en el cuerpo. Pero esto lo tenía que hacer”.
Gladys, también se refirió a su nueva figura y el deseo sexual: “no me beneficia en el sexo porque no soy una mujer sexual y ahora que estoy grande, mucho menos. Soy vaga y el sexo es lo último en mi vida”.
Orgullosa de la nueva imagen que le devuelve el espejo, la simpática Gladys agregó: “la gente cree que soy gorda y eso es un mito porque soy una mujer normal y la cara no me la toqué nunca. No tengo arrugas por mi ascendencia Siria y porque tengo buena genética. Los de sangre árabe nos conservamos bien”, y concluyó: “Estoy muy conforme con mi envase. Hago caminatas y en el escenario bailo, canto y me muevo. Por eso todo mi cuerpo está bien duro. Ahora sí, vuelvo con todo a recorrer el país”.