Como todos los días, Héctor Laca se levanta antes de las seis de la mañana. Luego de una ducha, comparte dos o tres mates con su esposa, Elena Charreun, en la casa familiar del histórico Barrio Observatorio en la capital cordobesa.
Ella siempre está allí, con su mirada cálida y cómplice para despedirlo acomodándole el cuello de su camisa. Ya antes de las ocho Héctor enfila su caminata hasta la fábrica biológica y química de Facyt, su empresa con 130 empleados directos, la cual controla cuidadosamente para que todo siga con el equilibrio perfecto.
Alrededor de una larga mesa, entre mate cocido y criollitos salados, suenan acordes, alguna que otra zamba o chacarera que Héctor acaba de componer. Va cayendo la tarde cordobesa que presagia el anochecer que se colará por los ventanales del caserón cuando es inevitable preguntarle a este prestigioso empresario cuál es su visión del país.
“Estamos en proceso de cambio para llegar al ansiado crecimiento, no hay cambio sin dolor y esfuerzo. Aunque muchos digan que no es momento para invertir en un país como Argentina, para crecer se debe invertir”, dice Héctor con su convicción de emprendedor y empresario.
“Hay que crear medios de producción para dar trabajo, estabilidad y valor agregado a lo que se exporte". ¿El argentino tiene capacidad de ahorro? “Todos tenemos capacidad de ahorro. Lo que no tenemos es conducta. Ganamos 10 y gastamos 15”. ¿Somos compradores compulsivos o malos gastadores? “Malos gastadores. El argentino compra lo que no necesita porque está de moda”.
¿Qué prefiere, un domingo en familia o domingo de festival? “Nada más hermoso que un domingo en familia con mis hijos y mis nietos. Con una vida vivida tan intensamente”. ¿Quedó algo pendiente? “Sí, terminar mi libro de auto ayuda. En las pérdidas y, sobre todo en una muy personal, se cambia totalmente el modo de pensar y de vivir”.
Héctor Laca fue un niño que no quiso ser pobre, que comprendió el valor del esfuerzo sostenido y que, gracias a la ayuda de un amigo, se convirtió en un exitoso empresario. Comparte con su esposa la pasión por la familia, es devoto de sus amigos y de la música, ese refugio donde encuentra la paz para amar y sentirse amado, para componer esas canciones que dejan traslucir el hermoso ser humano que es.