Preocupa la extrema delgadez de Kate Middleton

Desde que su cuñada, Meghan Markle (37), se sumó a la familia real inglesa, la vida de Kate Middleton (36) cambió. Al principio se alegró pensando que ganaría una aliada frente a la reina Isabel II (92) pero ya entendió que no sería así.

La esposa del príncipe Harry (34) muy hábilmente se ganó la simpatía real desplazando a su cuñada. Lejos de sentirse aliviada por tener menos presiones la esposa de William (36) atraviesa un bajón anímico que se manifiesta en su extrema delgadez.

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Kate es una obsesiva de la alimentación sana; es fanática del pescado en jugo de limón, del cóctel de frutas en agua, del cordero en curry o en leche de almendras, de la ensalada de sandía, las bayas de goji (para combatir el envejecimiento) y sólo come porciones de hasta 200 gramos. Ama los alimentos crudos, magros y con pocos hidratos. Dicen que su couch de nutrición, Louis Parker, le aconsejó comer tres veces al día, agregar dos snacks y dormir siete horas para acelerar el metabolismo. Todas sus comidas son ricas en antioxidantes, proteínas y tienen acción diurética y anti-inflamatoria.

Pero confiesan que William está preocupado por su delgadez aunque sólo admite: ”Más que dieta lo de Kate es su estilo de vida con una alimentación balanceada…” Quizás lo hace para frenar los rumores que aseguran que estaría atravesando una depresión que la podría llevar a adelgazar tanto como en 2015, cuando sólo pesaba 45 kilos. Mientras los profesionales le marcaron que su peso ideal sería 63 kilos dicen que las presiones reales, la competencia con su cuñada y el tan temido “mal de las princesas”, se “adueñó” de su salud.

AFP

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