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¿Cómo decidió ejercer su profesión de manera independiente?
A los cuatro años me sentí atraída por la escena médica en la que veía un espacio de atención, respeto y cuidado. Una impecable humanidad. Esa imagen presente a través del tiempo se reafirmaba lenta y sigilosamente en mí, acariciando mi vocación. Y en la caricia encontré mi piel.
En su profesión, ¿qué diferencial aporta una mujer a la hora de liderar?
Supongo que ese diferencial está hecho de una mixtura entre la mirada femenina hacia otra mujer, lo sutil, lo intuitivo, lo creativo, la habilidad manual y, más allá de los tecnicismos, lo empático con el sentir femenino.
En los últimos años, la mujer se independizó y transformó. Hoy, siente la necesidad de disfrutarse, alejándose cada vez más de las presiones sociales que direccionaban a un modelo estándar de belleza. La medicina estética es la herramienta para su propio deleite. Y de esta transformación, no soy ajena como profesional.
¿Cuál fue su mayor caso de éxito?
Éxito es una palabra muy concreta y excluyente. Particularmente no creo en el éxito. Cada uno aprende, crece y evoluciona con las experiencias vividas. Sin embargo, sí creo que la confianza, el desempeñarse con honestidad, apostando a crecer, siempre acompañado, por supuesto, de una formación continua, nos garantiza una excelente formula de lo que muchos llaman éxito.
Por ejemplo, un gran éxito en mi profesión es que mi paciente, la mujer de hoy, pueda romper sus estructuras, y alejarse del antiguo paradigma en donde la estética era una exigencia que sólo se incluía en el marco de la frivolidad. La paciente de hoy encuentra en mi profesión, la dermatología estética, un lugar en donde cuidarse, llevar sus marcas e inseguridades y respetar su estilo único y personal.
¿Cuál fue el fracaso del que más aprendió?
En mi filosofía de vida no hay lugar a la palabra fracaso. Para mí el fracaso es un límite, que nos impide evolucionar alejándonos de nuestros propios deseos. Mi apuesta es transformar las adversidades de la vida a las que todos nos enfrentamos en desafíos a resolver. Y de esto aprendo cada día
¿Cuánto pesa la comunicación en su profesión?
En la verdadera comunicación existe un otro. Ese otro expresa a través de lo discursivo, lo gestual y, también, de su imagen externa quién es. La piel es un gran comunicador de emociones. Cada mujer es especial, y la medicina estética hace lugar a ese mensaje que no es masivo. Ya verás…
Silvina Claudia Grazioso (M.N13521 – Reg/Esp 14186).
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