Aunque tiene 30 años su nombre es conocido en el mundo entero y en su Instagram ya superó los dos millones de seguidores. Se define como atrevida, inquieta y curiosa. Pero Wanda Nara es mucho más que eso. Las firmas más prestigiosas de Europa se pelean para que ella y su marido luzcan sus diseños exclusivos. A los 21 años se casó con Maxi Lopez y tuvo tres hijos: Valentino (8), Constantino (6) y Benedicto (4). Separación, escándalo y nueva boda con Mauro Icardi (24), el capitán del Inter de Italia, la convirtieron nuevamente en madre de Francesca (2) e Isabela (1). Pasó el 41,64 por ciento de los últimos siete años embarazada pero igual se hizo tiempo para manejar la carrera de su marido (le hizo aumentar su pase que hoy vale 250 millones de euros), escribió un libro para niños (“Campeón en la Cancha y en la Vida”) y ahora se dio el gusto de volver a la televisión y ya tiene fecha para comenzar a filmar su primera película. En su piso porteño con una increíble vista a Palermo y hasta al Río de la Plata posó en exclusiva para CARAS, desnudó su presente y apostó por su futuro. Los 30 la encontraron más adulta pero no menos sexy y provocadora. Es parte de su esencia. Está en su ADN y posa frente a la cámara fotográfica con la misma naturalidad y sensualidad que lo hizo siempre.
—Hoy, mirando para atrás, ¿Se arrepiente de haberse casado por primera vez teniendo sólo 21 años? ¿Se arrepiente de algo de su pasado?
—En la vida no me arrepiento de nada de lo que hice. Y menos de esa relación. Porque de esa etapa de mi vida tengo tres nenes que me llenan el corazón de orgullo…
—¿Cómo fue la experiencia de volver a trabajar en televisión, más precisamente en la novela “Golpe al Corazón”?
—Me encanta trabajar. Lo hago desde muy chica y amo hacerlo. ¡Amo ganar mi plata! Recuerdo que en el colegio tenía tantas faltas precisamente por trabajar que, teniendo el dinero para mi viaje de egresado, no pude ir porque me quedaba libre si lo hacía. Pero todas mis faltas al colegio eran por trabajo. Hice de todo. Cuidé chicos siendo niñera, trabajé de camarera, atendí un negocio de ropa y hasta animé fiestas infantiles… Y todo lo que hacía me parecía poco. Empecé ganando diez pesos la hora y, si me tenía que quedar limpiando todo el salón, lo hacía porque sabía que ganaba 10 pesos más por esa hora extra. Por eso me da mucha risa cuando me instalan eso de “esposa de jugador que no hace nada…” No es mi caso ni nunca lo fue. Sólo que un período de mi vida prioricé mis embarazos y cuidar yo misma de mis bebés recién nacidos que también representa un tremendo trabajo. Pero jamás me voy a arrepentir porque fue el trabajo que más feliz me hizo.
—¿Por qué quiso retomar el trabajo? ¿No es suficiente con todo lo que hace en su casa, más manejar los contratos de su marido? ¿Tenía una necesidad económica?
—La verdad es que una necesidad económica no tenía. Hoy podría vivir sin trabajar porque además de siempre haberlo hecho, me ocupé de invertir lo que gané pensando que eso me permitiría no sufrir esa necesidad de tener que hacer algo. Pero, evidentemente, es algo que no está en mi esencia. Amo trabajar, generar cosas, y creo que es el mejor ejemplo que les puedo dejar a mis hijos. Así también ellos tendrán cosas cuando sean grandes. Aunque yo quisiera que trabajen para que cumplan sus sueños, que sean felices, pero que no se conformen nunca con lo que tienen y luchen por más. Y, un punto muy importante, que jamás tengan que depender absolutamente de nadie.
—Precisamente es la única mujer de un jugador que le hace ganar dinero a su marido, que no es una “mantenida”…
—Creo y defiendo muchísimo a las esposas de todos los jugadores. Creo que el hecho de estar casada con un jugador de fútbol no es para cualquiera. ¡Todas las mujeres que conozco son de carácter fuerte; que deciden dejar su vida por la carrera de la persona que tienen a su lado! Y muchas veces la mirada es injusta hacia nosotras. Porque es verdad que podemos tener todo lo que queremos pero también dejamos muy lejos lo más importante que son las raíces, la familia, los amigos… Para apostar todo a nuestra familia nueva y al sueño y la carrera de nuestros maridos. Admiro a cada una de ellas porque no es lo que parece o lo hacen ver. ¡Tengo tantas amigas de cada equipo que conocí y diría que ya son hermanas que me dio la vida… ¡Porque compartí de todo con ellas! Desde lo más íntimo como el nacimiento de un bebé hasta lo más triste como una mudanza cuando sabés que se va a la otra parte del mundo… O, quizás, también una desilusión amorosa de alguien que dejó todo por amor. Desde afuera nos juzgan y pocos conocen nuestra intimidad.
—Hoy las firmas más prestigiosas del mundo se pelean por tener a la pareja… ¿Ud. hace negocio con su imagen?
—Sí. Pero es algo que surgió solo; yo no lo busqué ni lo provoqué. Y hoy también estoy por lanzar mi propia línea en Europa.
—Tiene más de dos millones de seguidores en las redes, ¿Siente que marca tendencia?
—Creo que muchas chicas sienten empatía conmigo. No soy arrogante ni inalcanzable. Soy una mina normal con hijos, con problemas, con meses que estoy más gorda, días que estoy despeinada… ¡Una mujer normal! No vivo mi vida en pose porque no me mostraría real y eso genera que muchas mujeres se sientan reflejadas conmigo.
—¿Se siente sexy y provocadora? ¿Inquieta y curiosa como suele definirse?
—No me siento ni muy sexy ni muy provocadora. Nunca me hice cargo de eso. Lo que sí creo y estoy segura es que mi carácter enamora. Jamás se enamoraron de mí por verme en una revista o en un desfile de ropa. Y quizás eso les llamó la atención pero sí estoy convencida que mi personalidad es lo que me destaca de entre el resto de las mujeres.
—Es mamá de cinco niños, arregla los contratos de su marido, escribió un libro, volvió a la tele, hará una película… ¿Qué sueño le falta concretar?
—Me gustaría conducir un programa y hacer entrevistas a todo tipo de gente. De hecho, ya tengo propuestas pero mi vida hoy está en Italia, junto a mi marido y a mis hijos y estamos viendo de qué manera lo podría hacer realidad.
—¿Nunca se cansa con tantas actividades? ¿Tiene mucha gente que la ayuda en el día a día?
—Durante el día, en mi hogar tengo gente que me ayuda pero de noche cada uno se va a su casa. Y en mi oficina cada vez somos más pero me es imposible delegar algo porque en todo quiero estar yo. Mis cinco hijos me requieren mucho tiempo; las reuniones en su colegio, los actos, los cumpleaños, las actividades deportivas de cada uno… La verdad es que a veces las veinticuatro horas que tiene el día no me alcanzan…
—Por otro lado Ud. no parece precisamente una mujer que nació para quedarse quieta en su casa esperando a su marido…
—¡Para nada! No podría vivir sin hacer algo. Mi hermana Zaira no lo entiende y a veces me dice: “¡Qué ganas de hacer cosas! ¿Con qué necesidad?” Y me hace morir de risa. Pero yo termino un proyecto y siempre ya estoy iniciando otro. No puedo estar sin generar algo. Muchas veces trabajo como si realmente tuviera que pagar un alquiler y creo que ese es el secreto. Le pongo la misma pasión que cuando de verdad lo necesitaba para pagarme el tren que me llevaba a los casting que me presentaba.
—¿Su pareja con Mauro es muy sexual?
—Creo que se inició como pareja más sexual pero yo no podía ni pensar en él como algo más. Y un día choqué con él de frente sólo pensando en que quizás me daba bolilla. Al principio era todo como muy adolescente entre nosotros. Pero después, con el tiempo, se transformó en más amor. Aunque Mauro me dice que siempre fue amor yo tengo la duda de que el amor viene acompañado de muchas otras cosas. Y hoy me enamora cada día un poco más verlo tan padre. La relación que tiene con sus hijas es maravillosa. Y ellas también mueren de amor por él. Y con los varones es muy compinche y cómplice pero a la vez también es el encargado de poner límites. ¡Es un excelente hombre!
—¿Con tantos niños en la casa cómo hacen para disfrutar de momentos íntimos como pareja?
—¡Es casi imposible! (Risas) Son cinco niños, tres perros y, por la noche, no hay empleadas que corran cuando ellos llaman. ¡Es un problema! Pero con Mauro tratamos de que al menos todos se vayan a dormir temprano para después, tipo 9 de la noche, podamos cenar o tomar algo solos. Pero siempre hay un “¡Maaaa traeme un vaso de agua!” o un “¡Paaaa llevame a hacer pipiii!”, de Fran…
—Es dueña de un físico admirable… ¿Qué secretos tiene para mantenerlo?
—Aunque no me crean, ninguno. Como de todo y cuando estoy más flaca, en general, es porque estoy atravesando períodos de más trabajo. Y cuando dicen que estoy fuera de línea, generalmente, es porque estoy embarazada o en época de lactancia. En esos momentos, me relajo por completo y me como todo, sin culpas ni arrepentimientos.
—¿No hace dietas o entrenamientos especiales?
—Este año no tuve tiempo de pisar el gimnasio. Sí el año anterior tenía un “personal trainner” pero debería retomar la rutina en algún momento…
—Y ¿Cuál es la relación que tiene con su cuerpo? ¿No le da vergüenza mostrarlo?
—No, para nada. Desde chiquita hago fotos, desfiles de moda, teatro, campañas publicitarias… Hasta me tocó hacer una participación en la ficción, junto a Francella, con muy poca ropa y me acostumbré. Sé que es parte de mi trabajo.
—¿Icardi es celoso o “cuida“?
—Mauro sólo es celoso de mi atención a él. Si llega a casa no puede existir otra cosa que no sea él. Yo sólo estoy para él. Y confía mucho en mi cuando estoy fuera del hogar y yo en él. Esa es la clave para ser felices. Hoy no podría estar con alguien en quien no confío. Por otro lado, si Mauro no confiara en mí, no me daría tantas responsabilidades sobre su trabajo.
—¿Es verdad que tiene obsesión por las carteras y que su colección está valuada en medio millón de dólares?
—Si. Absolutamente son mi debilidad. ¡Muero por ellas! Creo que la mayoría de las mujeres amamos las carteras o bolsos, como yo los llamo. Es un accesorio absolutamente femenino que completa totalmente un look. Y la acertada puede ser el toque de buen gusto de un outfit.
—¿En algún momento sufrió ataques de pánico?
—Sí, en una época en la que estaba con muchísimo trabajo y con demasiada exposición. Casi no dormía y me acuerdo que en ese tiempo me había superado todo. Demasiados compromisos y muchas veces hasta superposición de trabajos porque yo era todo; mi representante, mi prensa, mi asistente y terminé explotando. Pero tenía la necesidad económica de hacer todo y hoy valoro la posibilidad de poder elegir qué hacer.
—Y ¿Qué fue lo más loco o raro que tuvo que hacer en la vida?
—Dejar todo eso e irme a vivir a Europa.
—Cuando va a la cancha a ver jugar a su marido ¿tiene cábalas?
—Sí, obvio. Generalmente uso algo del color del equipo contrario al que él juega y si va perdiendo, dejo el palco, entro al salón y lo termino de ver desde adentro.
—¿Su próximo desafío es la película del libro de Vera Fogwill que trata sobre el abuso infantil?
—Mi prioridad siempre es mi familia pero este proyecto me enamoró. Estoy viendo la posibilidad de adaptarme a los compromisos de Mauro porque la fecha de filmación coincidiría con el Mundial de Fútbol. Quiero dar lo mejor de mi para esta película que se filmaría en mayo de 2018 y eso implica muchos meses de preparación.
—¿Es verdad que con Icardi atravesaron una crisis por este tema?
—Es mentira. Creo que estamos en nuestro mejor momento pero si el día de mañana pasara, viviéramos una crisis, creo que, como en todas las parejas la tendremos que atravesar y no tendría problemas en contarlo.
—¿Piensan volver a confirmar sus votos de amor y unión?
—Tendría que pensarlo un poco… (Risas) Porque no me trajo mucha suerte la anterior vez que lo hice. ¿O sí..?
por Gaby Balzaretti
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Agradecimientos: Estilismo General Mariano Caprarola (@caprarolamariano),
Asistente Desirée Durruty Courvoisier, Kenny Palacios, VerolunaMakeUp, Ginebra, Andreza Lingerie, Zapatos Christian Loboutin, Gucci.