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Belu Lucius es una de las panelistas de “Cortá por Lozano” que se emite por Telefe. Durante la emisión, un médico explicó cuáles eran los problemas más comunes de la vista, cómo tratarlo y porque el diagnóstico de miopía aumentó un 40% en los más chicos. En ese momento, la ex participante de MasterChef contó lo que padece su hijo, Benjamín Ortega Desio.
“Es un tema que me toca de lleno porque mi hijo más chico, que tiene un año y cinco meses, ya usa lentes. ¿A qué edad los padres tienen que llevar a los hijos al oftalmólogo?”, preguntó la influencer. Y continuó: ” Cuando yo lo llevé, me dijeron que era correctivo. A veces, se pueden corregir muchas cosas con los anteojos por eso los padres tenemos que estar atentos”.
Acto seguido, Belu tomó su teléfono y mostró una foto en donde se lo ve a sus hijos junto a Javier Ortega Desio, con lentes y un parche en uno de los ojos. Luego, explicó: “Benja tenía en un ojo una pequeña desviación. Y bueno, me dijeron que era un ‘ojo vago’. Se corregía con un parche”. Tras las preguntas de sus compañeros, Lucius contó: “Es un tratamiento que le hacemos todos los días. Se lo pongo y se lo saco todos los días, tiene un adhesivo. Así, el ‘ojo vago’ empieza a trabajar”.
Belu Lucius abrió las puertas de su casa: conocé los detalles de su súper departamento
Belu Lucius es la nueva figura de Cortá por Lozano y, después de lucirse como cocinera en Masterchef, comenzó un nuevo desafío como panelista del programa de Vero Lozano.
En su debut, la influencer recibió la visita en su departamento de Costi, quien se metió en la intimidad de su hogar con el rugbier Javier Ortega Desio.
Mientras estaba en el piso, la panelista recorrió con su marido el departamento en el que también viven Bautista y Benjamín, sus pequeños hijos. El hogar tiene una decoración moderna y una amplia cocina blanca. “La hice a mi gusto, cuando nos mudamos a este departamento yo dije ‘esta cocina es mi lugar, mi mundo’ y la armé”, dijo la ex participante de Masterchef.
El living también es amplio y tiene una rectangular mesa ratona y un sillón oscuro. Todo está protegido adecuadamente para que sus niños de 3 y 1 año puedan jugar libremente.
