Creció junto a su madre y sus hermanas en Santa Fe Capital, rodeada por la naturaleza y el amor de su familia. De chica tenía dos grandes sueños: triunfar en el mundo de la moda y convertirse en madre. Es más, confiesa que siempre se imaginó una vida rodeada de hijos. Pero para concretar sus anhelos debía asistir a castings y pruebas de ropa para desfiles. A los 19, decidió venirse a Buenos Aires y además de empezar a trabajar como modelo conoció a Mariano Martinez (40), el hombre de sus sueños y hoy padre de su hija, Alma (un año y siete meses). Feliz, bella y dueña de un cuerpo perfecto, Camila Cavallo (24) disfruta del mejor momento de su vida criando a su nena y planificando su futuro laboral para este 2019 que incluye además de su rol de madre y modelo, su pasión por la pintura. La casa que habita con su pareja, con quien se casará este año, está totalmente decorada con cuadros que ella pintó. En el living sobresale uno de Frida Kahlo que impresiona por su belleza.
“Soy una artista autodidacta desde muy chica me gustó dibujar y pintar, fue perfeccionándome poco a poco y lo más importante es que soy detallista al máximo, ojalá Alma herede el amor que tengo por el arte y por la familia. Es chiquita pero ya le gusta pintar. Es más, se copa cuando ve que sus hermanos, Olivia (9) y Milo (5) —hijos de Mariano Martínez con Juliana Giambroni— se ponen a pintar en casa”, cuenta Camila.
—¿Cómo vive el crecimiento de su hija, que poco a poco está dejando de ser una beba?
—La verdad que para mí ya es una niña por cómo se maneja y se desarrolla con las personas. Se desenvuelve increíblemente bien y a pasos agigantados porque está muy estimulada por sus hermanos mayores. Estamos en la etapa de dejar los pañales. Ahora arranca el jardín y ella ya se saca el pañal. Como ya camina por todos lados, lo siente como un obstáculo y pide sacárselo.
—¿Imaginaba tener una hija a tan temprana edad?
—Sí, siempre quise ser mamá joven, lo anhelaba desde pequeña. Tengo muchos sobrinos y siempre me gustaron los niños. Amo la etapa de la infancia. Siempre supe que iba a ser madre joven, sólo me faltaba conocer a la persona indicada.
—Y llegó Mariano…
—Sí, con Mariano nos enamoramos apenas nos conocimos, fue todo muy rápido. Me di cuenta enseguida que era el hombre que necesitaba a mi lado. El es comprensivo, amoroso, cariñoso, buen consejero, excelente padre, excelente hijo y hermano. Tiene mucha paz, mucho amor. Es un ser humano lleno de virtudes y soy muy feliz a su lado.
—¿Ya pensaron en darle un hermanito a Alma?
—Claro que sí, me encantaría tener la parejita, pero creo que por ahora no es el momento, más adelante seguro. Quiero disfrutar a pleno de mi hija y seguir trabajando, tengo muchos proyectos por delante. Pero en un tiempito quizás buscamos el hermanito…
—¿Qué actividades realiza con su hija?
—Ama jugar. Ya sea sola, con sus hermanos, conmigo y con Mariano. Ella te dice “pi,pi,pi” para pasear en auto y te lleva hasta la puerta de la casa para salir a caminar. Le encanta estar al aire libre. Le pongo protector 50, sombrero y salimos a caminar con ella. Cuando compartimos ese momento en familia con Mariano y con los chicos, es maravilloso.
—¿Cómo se define como madre?
—Soy una mamá muy compañera y siempre estoy atenta a lo que necesita. Quiero criarla con todas las libertades, como me crió mi mamá a mí. Quiero darle las herramientas para que ella de grande sepa cómo manejarse en la vida.
—¿Y qué le gustaría que herede de usted?
—Veo que le gusta mucho la parte artística y te juro que me muero si de grande la veo pintando o dibujando, sería un gran orgullo. Y por supuesto me gustaría que herede los valores míos y de su padre. Que sea solidaria, compañera, independiente y segura.
—Cómo es Mariano como padre, el ya tiene experiencia…
—Me ayuda un montón, me aconseja. El está presente todo el tiempo y ni bien llega de trabajar, se pone a jugar con ella, después para cambiarle los pañales o bañarla siempre estamos los dos porque nos gusta hacer esa tarea juntos y compartir el momento.
—¿Cómo se lleva Alma con sus hermanos?
—Se relacionan súper bien, tienen una hermosa hermandad. Alma tiene fascinación por “Oli” y Milo, los ve y salta. Tenemos una cama elástica en el jardín y les encanta saltar a los tres. Ellos la cuidan mucho.
—¿Alma duerme con ustedes o tiene su dormitorio?
—La verdad es que hacemos colecho a full, duerme todos los días con nosotros. Desde que nació que es así. A veces trato de ponerla en la cuna pero como todavía no hice el destete es difícil. Quiero darle el pecho hasta los dos años y mientras tanto, estará en la cama con nosotros.
—Qué le gustaría que herede de Mariano?
—Uff… Hay tantas virtudes que es difícil encontrar una. Me gustaría que tenga su humanidad, su fidelidad, su facilidad para escuchar y comprender al otro, eso lo valoro muchísimo de Marian. Siempre que tengo que contarle algo él me brinda toda su atención y tiene la palabra justa. Me espera con un mate para charlar.
—¿Finalmente cómo es convivir día por medio con los hijos de Mariano y cómo se lleva con ellos?
—“Oli” es como una amiga, somos una gran familia y siento que son como hijos adoptivos (risas). Ellos tienen una gran mamá con quien me llevo muy bien y son súper educados. Con Olivia bailamos, jugamos, miramos series. Y Milo es un súper dulce y compañero, igualito a su padre.
Federico De Bartolo
También te puede interesar