Damián Betular armó las valijas y se propuso realizar una escapada con amigos, entre ellos, Humberto Tortonese. El contingente de conocidos se hospedó en "La Bamba de Areco" una estancia cerca de Buenos Aires, más precisamente en San Antonio de Areco.
Se trata de una estancia que data del año 1830, que producía maíz, soja, trigo y ganado pero su dueño desde 2009, Jean-Francoise Decaux, la remodeló y hoy es un fabuloso hotel.
La casa se centra alrededor de un patio con atractivas dependencias que albergan once habitaciones que llevan el nombre de famosos caballos de polo con la excepción de las habitaciones Gato y Mancha.
Este fantástico hospedaje sirve para desconectarse y descansar. No posee televisores en ninguna de las habitaciones o suites y la conexión Wi-Fi sólo funciona en algunos espacios comunes.
Todas las mañanas y tardes los huéspedes salen a montar a caballo con el gaucho. Hay piscina y, en determinadas épocas del año, la posibilidad de ver un partido de polo. Los caballos de polo pertenecen a Jean-François Decaux. La casa fue originalmente comprada por Decaux como un lugar para complacer su pasión por el polo pero, después de que su esposa, la diseñadora de interiores Pascale, la restaurara, decidieron que debería ser habitada y convertida en hotel.
Las tarifas comienzan desde US$ 580 por noche, por habitación en base a ocupación doble.
Damián Betular y la historia detrás del cocinero más querido de Masterchef Celebrity
Damián Betular es uno de los chef estrella de Masterchef Celebrity y el más querido por el público y los participantes del certamen de Telefe.
Si bien el cocinero ha hablado de sus comienzos, recién ahora podemos conocer un poco más de su vida gracias a un especial que Telefe Noticias hizo para los seguidores del reality.
En el video, Damián reveló que desde pequeño comenzó su amor por la cocina con las comidas realizadas los domingos por su abuela y su madre: “Las recetas son mi mejor herencia, es un homenaje a ellas”, aseguró.
Decidido a seguir sus sueños, Betular se mudó de su natal Dolores para estudiar gastronomía con tan sólo 18 años y luego comenzó a trabajar en un restaurante en Buenos Aires. Los contactos que comenzó a hacer y la pasión por la cocina lo llevaron a la televisión donde su vida cambió para siempre. “Trato de que todo vaya al día a día lo mejor posible”, aseguró.
La primera chance vino por parte de Pamela Villar, quien lo llevó a su cocina. "Es positivo, resuelve y le encanta lo que hace. No está quieto nunca", dijo su mentora.
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