Hace poco más de un año, Alberto Roemmers Jr, hijo del reconocido empresario de Laboratorios, y Gina Vargas (39), decidieron unirse legalmente tras nueve años de amor.Días atrás revalidaron sus votos en Colombia, tierra natal de la novia, con una emotiva ceremonia en la Isla de Baru, en Cartagena. “Hubo dos motivos que nos impulsaron a organizar nuestra boda: yo tengo una familia numerosa y muchos no habían podido venir el año pasado a nuestro casamiento en Argentina. Por otro lado, para Alberto el mar es su vida y fue campeón del mundo en varias ocasiones en regata a vela en una de las clases más competitivas del TP52 Súper Series. Combinamos el festejo con su pasión por la navegación. Queríamos algo muy tranquilo, más rústico, relajado, con un mar divino y muy cerca de mi gente”, dice Gina emocionada.
Muy cerquita del mar turquesa y sobre la arena blanca se instaló un altar de rosas y flores colombianas que enmarcaban el especial momento. Un sacerdote ofició la íntima unión en la que participaron dos de sus hijos, quienes disfrutaron de la maravillosa jornada. “Es importante celebrar el amor. La boda la organizó mi hermano Wilfer Vargas ayudado por la wedding planner Sara Barrera de Lotus, con decoración de Andrés Cortes, quien es muy amigo del ambientador argentino, Martín Roig.Todos pertenecientes a mi círculo de afectos. Era un deseo muy profundo casarme aquí y lo cumplí con Albert”, dijo la diseñadora.
El catering lo realizó Don Juan, chef del restaurante “Juan del mar”, que queda en la ciudad histórica de Cartagena. El DJ fue Julio Carmona y tocó la orquesta Ivan Renalhs. Fueron 12 horas a puro baile. La fiesta fue en un lugar llamado Casa Chiki Hippie Beach en plena isla. La bendición de anillos y el ritual en la arena fueron emocionantes”, cuenta la novia que lució radiante en su día más especial.
“Estoy contenta de haberlo hecho en mi lugar amado, cerca de mis raíces. Como dice mi cuñado Alejandro (Roemmers), estas cosas ayudan a mucha gente ya que los isleños de mi país tuvieron trabajo y estaban felices:tienen muchas necesidades. Los regalos de casamiento fueron destinados a un sector de gente de la isla que necesita colaboración.Fue algo muy íntimo, familiar y para un par de amigos. Todos estaban felices por haberlo hecho allá”, agregó conmovida.
Durante la boda colombiana, Gina lució distinguida con dos vestidos que acompañó con una delicada coronita que adornaba su peinado recogido y un ramo de flores naturales: “Mi vestido de ceremonia de tul y guipiure era un regalo de Albert; y es de Gabriel (Lage), quien diseñó mis vestidos del primer casamiento, también hizo el segundo cambio de este matrimonio. Es un genio. Me hizo un vestido de dupion, bordado y muy sensual. Me encantó”, concluye la flamante novia con la emoción a flor de piel.