La noticia sorprendió a todos: a tan sólo un mes de haber blanqueado la reconciliación, Carolina “Pampita” Ardohain (41) y Juan “Pico” Mónaco (34) habían puesto punto final a su relación: “Hace unos días con @picomonaco decidimos separarnos, estamos tristes porque dimos lo mejor de cada uno y no funcionó como esperábamos. No hacemos mal a nadie, nos queremos mucho y nos respetamos. Espero que nos dejen vivir este momento en paz, sin mentiras o falsas especulaciones”.
Como era de esperar, las versiones acerca de la ruptura no tardaron en llegar, y mientras Pico pidió “paz” a través de las redes y se refugió en su Tandil natal, Pampita voló a México con sus hijos, Benicio, Beltrán y Bautista, para celebrar la boda de su hermano, Leonardo Ardohain, con la madre de sus tres hijos, Leticia Gies, en el Grand Palladium Costa Mujeres Resort & Spa.
Allí, la modelo tuvo una charla exclusiva con CARAS en donde resaltó lo bien que le hace el amor que le brindan sus hijos, con quienes disfruta al máximo su tiempo de vacaciones.
—¿Necesita este tiempo para estar solas con sus hijos lejos de la rutina?
—En el año comparto mucho con ellos porque trato que mi trabajo ocupe sólo una parte del día. Somos muy unidos. Las vacaciones son un lugar tan maravilloso y ellos las esperan, disfrutan y valoran. Es un recuerdo lindísimo que queda para siempre.
—¿Cómo vive el crecimiento de cada uno?
—“Bauti” es el más maduro, se lleva bastantes años con sus hermanos. Está en una etapa distinta, más independiente, pero es mi gran compañero. Es con el que más puedo charlar y es incondicional, protector y preocupado con mis cosas. Es el más grande y me ha acompañado en muchos momentos de mi vida. Beltrán es la luz de la familia, nuestro mini actor, siempre está bailando y con una sonrisa en la cara, es pura alegría y pura luz. El que siempre nos hace reír, es muy ocurrente y simpático. En la playa, tiene miles de amigos. “Beni” ya creció y no es mi bebé, es el más mimado, pero se empieza a notar que está más grande y quiere ser más independiente. Todo pregunta y todo quiere saber. Los tres son muy cariñosos y yo también con ellos, somos pegotes, nos damos muchos besos y nos matamos de risa.
—¿Sus hijos son un cable a tierra para usted?
—Tengo muchos cables a tierra. Nunca me voy muy para arriba, siempre estoy conectada con la realidad. Tengo alrededor a mi familia y mis amigos, estoy rodeada de gente muy buena, así que siempre tengo los pies sobre la tierra.
—¿Cómo sobrelleva la alta exposición?
—No reniego de la parte mediática porque tiene que ver con mi trabajo y las cosas que me pasan. Si no me pasaran cosas, probablemente no habría interés, pero me pasan muchas cosas todo el tiempo (risas). Mi vida es como la de cualquier persona, pero lo mío queda registrado, no lo puedo evitar así que trato de no hacerme mala sangre porque no tengo control sobre eso.
—¿Se arrepiente de algo?
—Nunca hice nada tratando de agradar al otro o especulando, sino que siempre me moví con lo que yo sentía. Nunca me fijé en el qué dirán o si me iban a juzgar. Cada cosa que he hecho, la sentí, así que no puedo arrepentirme de nada. No sería un buen consejo vivir para los demás, sino que siempre hay que vivir para uno y para lo que le da alegría. No se le puede dar el gusto a los otros o entrar en el estándar en el que pretenden para uno. Por eso siempre me sentí muy libre y también se lo inculqué a mis hijos, el tener poder de decisión y hacerse cargo de lo que uno quiere y busca, de no rendirse y ser apasionado y soñador. Nunca me limitó mi trabajo a la hora de vivir, siempre pude tener las riendas de mi vida y ser totalmente libre.
Fotos: Santiago Turienzo (Instagram:
@santiturienzo). Agradecimientos: trajes de
baño Elida y Cipitria; Gran Palladium Costa
Mujeres Resort & Spa, en Costa Mujeres,
Cancún, de Palladium Hotel Group.