Victoria Vanucci volvió al país, después de una prolongada ausencia, y se mostró más renovada que nunca. La ex modelo hizo una visita relámpago a su familia y aprovechó para reunirse con Ana Rosenfeld, para acordar algunos puntos sobre su juicio contra una red social que inició hace ya algunos años.
La ex de Matías Garfunkel se mostró con el pelo corto, tatuajes y visiblemente delgada. Al parecer, se instaló en California donde encaró una vida diferente a la que llevaba en Argentina. Allí vive con sus hijos Indiana y Jorge Napoleón y se alejó de los lujos: ya no se mueve con chofer y lleva ella misma los niños al colegio.
Mientras duró su corta estadía en el país, Vanucci fue increpada en Ezeiza por un móvil de Los ángeles de la mañana donde le preguntaron por su visita y su actual relación con su ex.
"Estoy muy bien", dijo sin dar mayores detalles y, sobre su encuentro con su familia, aseguró: "Estoy muy feliz". Pero a la hora de hablar sobre su ex marido, Victoria fue aún más escueta. "No hablo mucho hoy en día. Hemos cambiado", dijo.
“Vicky cambió su vida por completo. Ya no se mueve con chofer, ahora maneja y lleva una vida simple. Se levanta a primera hora de la mañana para llevar a sus hijos al colegio y no cree más en la vida que tuvo. En los últimos tres años, cambió. No la reconocerían si la vieran por la calle, no sólo cambió espiritualmente sino físicamente”, reveló Rosenfeld, quien mantiene conversaciones a diario con su clienta.
Vanucci refundó su vida: se hizo vegana y desde hace tiempo come lo que cosecha en su huerta orgánica o farm, como dicen por allá. Además de una delicada alimentación orgánica, la ex tenista sumó a su rutina la meditación y el yoga, con el fin de reencontrarse con su eje. Eso la ayudó a controlar los ataques de pánico que la agobiaron en los meses previos a la separación.