miércoles 24 de abril del 2024
ACTUALIDAD 02-11-2016 07:59

Elena Grondona en su campo de Pehuajó

"Por mi estancia pasaron presidentes y ministros". Galería de fotosGalería de fotos

En muy pocas ocasiones la familia Grondona abre las puertas de las estancias que posee en el partido de Pehuajó a un medio de prensa. En exclusiva, CARAS tuvo el honor y el placer de visitar y recorrer el establecimiento que recibió invitados y amigos para  la apertura de la primera muestra de pintura de Elena Lynch de Grondona, la esposa del periodista Mariano Grondona, que en su rol de cálida e impecable anfitriona homenajeó a sus huéspedes en su pago chico no sólo con la hospitalidad que la caracteriza sino también con esta exposición de sus trabajos en óleo y acuarela. Producto de años de estudio y práctica intensa esta muestra refleja su concepción figurativa de las artes plásticas que no pudo haber rendido mejores frutos a juzgar por los elogios y las ventas que obtuvo.

Madre de dos hijas artistas que se destacan en la pintura y la escultura y de un hijo que siguió el legado familiar del Derecho, su interés por el arte no llegó hasta la edad adulta, cuando sus hijos, ya mayores, empezaron a demandarle menos tiempo.

Elena Lynch no sólo es una incipiente gran artista sino que ya se puede decir que es una consagrada decoradora viendo el trabajo realizado en la casa principal de este complejo. Concebida y realizada por el arquitecto Marcelo Nougués, amigo de toda la vida, la casa principal o casco refleja el espíritu elegante y moderno de los propietarios, con muebles y objetos de otras casas, como la de La Barra de Maldonado, en Uruguay. Los ambientes transmiten calidez y confort en un marco de simple elegancia.

Rodeada por el afecto de su familia y amigos, Elena habló con CARAS sobre este debut como protagonista del vernissage más distinguido de la ciudad.

—¿Cómo empieza a interesarse en la pintura?

—Los primeros pasos los hice con Luis Wells, un profesor de pintura que me recomendó mi hija Jacinta. Con él comencé a trabajar con óleo sobre tela. Después tuve una etapa de pintura sobre porcelana que me apasionó, de hecho mucha de esa porcelana es todavía parte de la vajilla que usamos en el campo.

—¿Por qué el nombre de la muestra “Luces, Flores y Pájaros”?

—En principio porque son temas que me interesan mucho, sobre todo el de la luz, que aquí represento con diferentes arañas colgantes u otros artefactos de iluminación reales o inventados. Cómo estos elementos modifican todo lo que tocan es lo que me interesa poder trabajar. Los búhos son pájaros de la noche que es cuando ya no hay luz y las flores son lo primero que me inspiró esta técnica que empecé a estudiar hace poco, la acuarela.

—¿Qué referentes reconoce como propios?

—La colección que tenemos en casa es fundamentalmente de pintores geométricos como Silva o Le Parc más Maccio, de la que soy gran admiradora. Hace poco comencé a tomar clases de acuarela, un material bien difícil a pesar de lo que pensaba, con Gabriela Fernández y, en ese campo, sí que mi referente absoluto es Carlos Arnaiz, ¡su obra me fascina!

—¿Por qué eligió la ciudad de Pehuajó para su primera muestra?

—Elegí este espacio de Zinc Deco Bar ya que es ideal para una muestra del tamaño de la mía, el lugar es el estudio de paisajismo de Belén Echeverry, donde también recibe amigos para tomar algo, es moderno y elegante, a la vez que no pierde su carácter local. Además, es una manera de mostrar mis trabajos en una ciudad que significa mucho en la historia de nuestra familia y que es también nuestro hogar.

—¿Cómo llega la familia a establecerse en esta ciudad?

—¡Las estancias tienen más de cien años! Los establecimientos llevan el nombre “19 de abril” porque era la fecha de aniversario del casamiento de los abuelos de Mariano, así que imagínese que son varias generaciones que crecieron aquí, ¡por eso también es que seré tan fanática de Pehuajó! La última remodelación de la casa principal se hizo solamente con materiales y personal de la zona, gracias a Dios tenemos muy buenos artesanos y personal súper calificado en la ciudad y alrededores.

—¿Cuál fue su inspiración para la decoración?

—No me considero decoradora, sí lo es y muy buena arquitecta además mi hija María, yo sólo fui trasladando muebles más que de ninguna otra parte de nuestra casa de Uruguay y con otros que ya había aquí, fui poniendo la casa. Mi estilo siempre tiende a lo moderno y en esta casa creo haber logrado también un toque “campagnard”. Me gustan mucho los colores neutros con algún tono más fuerte que se destaque en los detalles. Los géneros de la tapicería también son de suma importancia y para esta casa elegí mucho blanco y materiales naturales como lino y algodón.

—¿Tiene algún ambiente preferido?

—En verdad toda la casa es un poco sólo para nosotros dos ya que no hay tantos cuartos, disfruto mucho mi escritorio y mi living íntimo desde donde se pierde de vista el horizonte y se aprecia mucho el parque y, más allá, el campo. También el escritorio de Mariano me parece muy logrado y luminoso, en particular me gusta mucho cómo quedan expuestas las mariposas que coleccionaba mi padre y que están en la biblioteca.

—¿Qué visitante ilustre tuvo la casa?

—Bueno, por aquí pasaron muchos presidentes, ministros y políticos de todos los partidos. Mariano durante su carrera y a lo largo de su vida ha estado siempre abierto al diálogo plural e intercambio de ideas con personas de toda extracción política o social; siempre creímos que ese diálogo nos enriquecía y fortalecía como a la democracia. En casa, las tertulias políticas siempre fueron moneda corriente.

—Con respecto a la salud de su esposo, ¿cómo sobrelleva su cuadro de diabetes?

—Mariano está bien, sigue conectado con su gran pasión, el periodismo político, y me apoya incondicionalmente en mi amor por la pintura.

—¿Qué piensa hacer en el campo de la pintura próximamente?

—Seguir explorando, aprendiendo y utilizar nuevas técnicas, nuevos materiales, lo único constante para mí en el arte es el cambio.

Elena Lynch, por modestia y educación, nunca aceptaría hablar de temas más personales, pero en la ciudad de Pehuajó como en las vecinas localidades es reconocida por la desinteresada ayuda que siempre ha prestado para financiar obras en el hospital local o para la restauración de iglesias que son por su importancia histórica y artísticas, patrimonio cultural de la provincia. Una verdadera dama que sin estridencias no sólo está haciendo su camino de artista sino que tampoco descuida su labor solidaria y a su familia.

por Daniel Ozán. 

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