Hace un año, Andrea Casiraghi, el hijo mayor de la princesa Carolina de Mónaco, y su esposa Tatiana Santo Domingo decidieron dejar atrás su vida en Londres para comenzar una nueva etapa en la tranquila localidad suiza de Saanen.
Este cambio, lejos de ser un simple traslado, ha transformado profundamente su estilo de vida y la dinámica familiar, marcando un antes y un después en su día a día.
El rotundo cambio de vida de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo
La familia Casiraghi Santo Domingo se instaló en Saanen, un pequeño y pintoresco pueblo suizo de unos 7.000 habitantes, rodeado por los majestuosos Alpes. La elección del lugar no es casualidad: el entorno ofrece una vida en contacto con la naturaleza, una rutina marcada por la privacidad y el alejamiento del ruido de las grandes urbes. Andrea, Tatiana y sus tres hijos, Sasha (11), India (9) y Maximiliam (6), disfrutan de una vida tranquila, lejos del foco mediático que los seguía en Londres, y se dedican a actividades al aire libre como el esquí y largos paseos por los impresionantes paisajes alpinos.
El contacto constante con la naturaleza ha traído un cambio de ritmo en su vida. La familia ha abrazado un estilo de vida más sencillo y relajado, donde el bienestar físico y emocional parece ser la prioridad. Esta rutina, según cercanos a Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo ha sido especialmente enriquecedora para los niños, quienes se han adaptado con facilidad a su nuevo entorno.
AM