La princesa Leonor y la infanta Sofía se trasladaron a París el pasado sábado, relevando a sus padres, los reyes Felipe VI y Letizia Ortiz, quienes habían asistido a la inauguración de los Juegos Olímpicos el viernes. Durante su estancia en la capital francesa, las jóvenes disfrutaron del ambiente olímpico y asistieron a varios eventos deportivos, apoyando a los deportistas españoles y captando la atención de fans y medios.
Las fotos que capturaron su visita mostraron a Leonor y Sofía sonrientes y participativas, destacando en las portadas de numerosas revistas y sitios web. Sin embargo, detrás de estas imágenes hay una realidad menos conocida: las sonrisas de la futura reina de España. Según algunos observadores, no reflejaban un entusiasmo genuino por el evento deportivo.
Aunque las imágenes mostraban a una Leonor sonriente, la realidad es que sus gestos no reflejaban su verdadero estado de ánimo. Según fuentes cercanas, la princesa nunca quiso asistir a los Juegos Olímpicos de París. A diferencia de otros miembros de su familia, como las infantas Elena y Cristina, que han tenido una estrecha relación con este evento deportivo, ella no comparte esa pasión por el deporte.
El verdadero motivo por el que la princesa Leonor no quería ir a los Juegos Olímpicos
Felipe VI y Juan Carlos, quienes han competido en ediciones anteriores, y la reina Sofía, que fue reserva para Grecia en los Juegos Olímpicos de 1960 en vela, han mostrado siempre su interés por los Juegos Olímpicos. Incluso la infanta Sofía tiene un gran interés por el deporte, especialmente por el fútbol.
Para la princesa Leonor, el viaje a París fue más una obligación que una elección. Prefería pasar un solo día en la capital francesa para cumplir con su deber y luego regresar a sus planes personales con amigos, aprovechando el poco tiempo libre que le queda antes de ingresar en la escuela naval de Marín, en Pontevedra, para continuar su formación militar.
AM