El duque de Westminster, Hugh Grosvenor, y Olivia Henson, protagonizaron este viernes la boda más destacada del año en el Reino Unido. La ceremonia se celebró en la catedral de Chester, después de tres años de relación. Posteriormente, la recepción tuvo lugar en Eaton Hall, la impresionante mansión de los Westminster. Tras su enlace, la pareja se consolidó como el matrimonio más influyente y adinerado del país, con una fortuna estimada en 14.000 millones de euros, derivada de negocios inmobiliarios, alimentarios, agrarios y filantrópicos en diversas ciudades del mundo.
Las mejores fotos de la boda
El duque y su familia mantienen una estrecha relación con los Windsor desde el siglo XIX. Esta cercanía llevó a que Hugh fuera elegido padrino de los príncipes George y Archie, nietos del rey Carlos III, quien a su vez es su padrino. La boda, con un despliegue casi real, se ha convertido en un evento importante en Gran Bretaña, con la asistencia de miembros de la realeza como el príncipe William quien fue sin Kate Middleton porque se encuentra en pleno tratamiento contra el cáncer.
Chester, la ciudad natal del duque, se volcó con el evento. Desde temprano, cientos de vecinos y visitantes se congregaron tras el cordón policial. La pareja ofreció helados y sorbetes gratis para todos los presentes, demostrando su deseo de compartir su gran día con la comunidad.
La catedral fue decorada por la empresa Flower and Press, utilizando flores cien por cien británicas, de temporada y locales, incluyendo rosas, diladelfos, campanulas y orlaya grandiflor. Además, gran parte del follaje provino de la finca de la familia Grosvenor y se colocaron abedules en el interior. Según Hola España, toda la decoración será reutilizada después de la boda, convirtiéndose en ramos que se donarán a organizaciones benéficas, iglesias y entidades de Chester, reflejando el compromiso de los novios con la sostenibilidad.
Hugh llegó a la catedral con su "bestman", en un Range Rover verde, siendo aplaudido por el público. La ceremonia religiosa fue oficiada por el decano de Chester, Tim Stratford, junto con los reverendos Mark Tanner y Rosie Woodall, y la música estuvo a cargo del Coro de la Catedral, dirigido por Philip Rushforth. Un portavoz de los novios expresó: "Este es un día increíblemente especial para el Duque y la señorita Henson. Significa mucho para ellos casarse en la catedral de Chester, dada la larga y estrecha conexión de la familia Grosvenor con la ciudad. La pareja está profundamente agradecida por los mensajes de apoyo y han hecho un esfuerzo por involucrar a proveedores locales en los preparativos de la boda".
El look de Olivia Henson
Olivia Henson apareció muy sonriente, portando un gran ramo de flores en tonos rosas y lilas, y luciendo un vestido clásico de líneas sencillas diseñado por Emma Victoria Payne, una reconocida marca nupcial inglesa.
El vestido era de corte recto, con escote redondo y mangas largas, adornado con detalles de encaje. Destacaba especialmente por un pronunciado escote en la espalda, que le daba un toque sofisticado y moderno al conjunto. El diseño se completaba con hombreras marcadas y una larga cola redondeada.
En cuanto a los accesorios, Olivia Henson eligió complementos que capturaron toda la atención. El más destacado era un velo con encaje, a juego con el vestido, que según la firma estaba inspirado en el velo que usó su tatarabuela en 1880. Debajo del velo, que cubría parcialmente su rostro, se apreciaba una tiara: la Myrtle Wreath, una pieza de la colección Westminster, elaborada en 1906 por el famoso joyero ruso Fabergé. Esta joya, que imita una corona de hojas de laurel, aportaba un toque real al estilismo de Olivia.
Por otro lado, Olivia Henson en lugar de usar los tradicionales zapatos blancos, optó por unos zapatos azules de la marca Silvia Lago. Eligió el modelo Valentina D'Orsay Riviera, hechos a mano en España, de terciopelo azul con un cómodo taco y una gran lazada en el empeine.
Sin dudas, esta será la boda del año.