Han pasado casi una década de sus gigantesca fama y hoy Adele luce casi irreconocible, a la vista de aquellas primeras apariciones de la cantante británica en los escenarios, allá por 2008. Porque de un tiempo a esta parte, la artista bajó bajo más de 70 kilos.
Este radical cambio de imagen no pasó desapercibido, la rubia sorprendió a sus seguidores con su nueva figura. Con un saludo navideño en su cuenta de Instagram y una foto en la que se la ve con un ceñido vestido, dejando a sus millones de fanáticos boquiabiertos.
"Antes solía llorar, ahora prefiero transpirar", escribió la cantautora en uno de sus recientes posteos en el que luce su flamante impronta, muy sexy y espléndida.
En diferentes notas la inglesa afirmó que no quiere ser como las modelos y siempre defendió su figura “Curvy”. Pero esta transformación se dio luego de divorciarse del padre de su hijo, quien le pidió una indemnización millonaria.