La visita de Estado a Surinam avanza con un destacado protagonismo estilístico. Máxima Zorreguieta está desplegando una selección de prendas y accesorios que reflejan tanto su gusto por los diseños vibrantes como su predilección por rescatar piezas con historia. La cena de gala celebrada en el Teatro Thalia confirmó esa línea, con un estilismo que llamó inmediatamente la atención por su carácter artesanal y su fondo simbólico.
El look de Máxima Zorreguieta que impactó en el Caribe
Para esta velada especial, la reina recuperó un vestido de efecto sari firmado por Jan Taminiau. La prenda, estrenada en 2019 durante su viaje a India, destaca por un patrón de inspiración étnica y un drapeado envolvente que deja un hombro al aire. El tejido satinado en tonos verdosos aporta sofisticación sin resultar excesivo, y el diseño vuelve a demostrar la sintonía entre la argentina y el modista holandés, responsable de algunos de sus looks más memorables.
Aunque el contexto caribeño pudiera sugerir otro tipo de vestuario, Máxima optó por elevar el conjunto a través de una selección de joyas históricas pertenecientes al cofre de los Orange. Escogió una gargantilla, pendientes, pulsera y un anillo con más de un siglo de trayectoria, piezas elaboradas con esmeraldas engarzadas que pertenecieron originalmente a la reina Emma a finales del siglo XIX. La elección aportó un matiz solemne a un atuendo ya de por sí imponente, reforzando la intención ceremonial de la noche. Solo faltó la tiara para completar la tradicional parure, aunque el resto de las piezas bastaron para aportar un brillo destacado.
El conjunto se complementó con sandalias doradas de tacón alto firmadas por Gianvito Rossi y una cartera metalizada de líneas limpias atribuida a Dior. El accesorio, pequeño y estructurado, añadió un toque actual y contrastó con la fluidez del vestido, manteniendo así un equilibrio entre modernidad y tradición.
El look veraniego que Máxima eligió en Surinam
Más temprano, durante la jornada de actividades oficiales, se la vio con un vestido en tonos naranjas y detalles florales, adecuado para un entorno tropical y para un desplazamiento en embarcación. El diseño, de falda amplia y manga corta, presentaba un estampado suave que armonizaba con los colores del entorno. Lo acompañó con un bolso tejido en tonalidades verdes y un sombrero de ala ancha colocado sobre la mesa durante la visita, una pieza práctica para una mañana soleada que completó un estilismo de aire relajado.
Entre colores vibrantes, guiños culturales y joyas emblemáticas, Máxima Zorreguieta está trazando una ruta visual que convierte cada aparición en un capítulo más de una gira donde el estilo juega un papel central.
F.A
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