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La ausencia de Charlene en Mónaco se hace notar cada vez más y las dudas y rumores sobre su estado de salud son moneda corriente. En el Día de la Santa Devota, patrona del Principado, el Palacio emitió un comunicado en el que habla sobre los avances de la sudafricana, recluida en Suiza.
"La convalecencia de Su Alteza Real la Princesa Charlene continúa de manera satisfactoria y muy alentadora. Su recuperación, así como el seguimiento de sus cuidados bucodentales aún necesitan de varias semanas, la princesa no podrá lamentablemente asistir este año a las festividades de Santa Devota. Ella está, junto a su esposo, su Alteza Real el príncipe Alberto II, muy unida a todos los monegascos y residentes con motivo de estas celebraciones. Tan pronto como su salud lo permita, la Princesa volverá a compartir momentos de felicidad con ellos. Durante este período, la pareja real pide que su vida privada y la de sus hijos sigan siendo respetados", dice el escueto comunicado.
La elección del día para dar a conocer el estado de salud de Charlene no es casualidad. Fue justamente la festividad de la Santa Devota el último acto público de la princesa un año atrás. Luciendo un cubreboca negro y una boina color borravino la sudafricana se despedía, quizás sin saberlo, de sus obligaciones.
Tras varias intervenciones y meses en su país natal para recuperarse de la infección otorrinolaringológica que la aquejaba, Charlene regresó a Mónaco a principios de noviembre, aunque la felicidad duró pocos días ya que debió ser trasladada a Suiza para recuperar su salud física y emocional, maltrechas luego de tantas intervenciones.
El cumpleaños más triste de Charlene de Mónaco
Mientras continúa internada en una clínica suiza para reponerse del cansancio físico y emocional que le trajeron sus intervenciones a causa de una infección otorrinolaringológica, Charlene de Mónaco celebra, en soledad, su 44° cumpleaños.
"Charlene estaba exhausta. Un agotamiento general, físico y moral. Tanto es así que decidimos juntos, y con nuestras familias cercanas, que lo mejor sería que pudiera descansar tranquilamente fuera de Mónaco. La princesa no sufre ninguna enfermedad grave o incurable. Tampoco es un problema de pareja. Nuestra pareja no está en absoluto en peligro", dijo Alberto de Mónaco sobre el estado general de su esposa.
Mientras él cumple sus obligaciones en el Principado y está a cargo de Jacques y Gabriella, Charlene se recupera en el ostracismo.
Si bien la princesa no es amante de las grandes celebraciones, y mucho menos en pandemia, la realidad es que hoy pasa sola su cumpleaños, aunque arropada por el cariño de su familia, con la que mantuvo videollamadas durante todo el día y que le envió regalos especiales para que pudiera disfrutar de su día a pesar de la internación.
Se espera que Charlene reciba el alta antes de mediados de año y que pueda reincorporarse a la vida palaciega y sus obligaciones reales a la par de su regreso a Mónaco.
Mientras tanto, todo sigue siendo un secreto…
