En su casa, mientras dormía, fallecía la abuela de la reina Letizia de España, María del Carmen Álvarez del Valle, llamada cariñosamente Menchu.
Nacida en Santander en 1928, vivió en la ciudad de Oviedo desde su juventud y es por eso que se consideraba una asturiana de pura cepa. Desde chica supo que lo suyo era comunicar, y se destacó como periodista y locutora, siendo la referente de la monarca desde que decidió tomar los mismos pasos profesionales que su abuela paterna.
Para Menchu, su mejor labor fue dedicarse a su familia. "No hay nada mejor que ser abuelina", decía siempre que los periodistas le hablaban de su nieta y bisnietas, y su rol como abuela presente y confidente.
Enamorada de la radio y de Asturias, la abuela de la Reina de España siempre se mostró cercana a su querida nieta y solía acompañarla en cada visita a su ciudad natal.
En 2004, días después de la boda real, Menchu alabó al marido de su nieta con una frase que pasó a la historia: "Don Felipe es un Príncipe de los pies a la cabeza. Si me hubiera cogido veinte años atrás no le dejaba escapar". Dejando el humor de lado, añadió: "Yo también antepuse el amor a mi carrera".
Sin reproches y una vida llena de felicidad, Menchu Álvarez del Valle murió en su hogar, aquel que había soñado junto a José Luís Ortiz Velasco, fallecido en 2005 a los 82 años, y que vió crecer a una Reina
Por su parte, Letizia hizo a un lado sus compromisos oficiales y, junto a su esposo e hijas, viajó a Ribadesella para despedir a su querida "abuelina" en la más estricta intimidad.