Tal como lo muestra la quinta temporada de The Crown, la familia real británica vivió en 1992 un Annus Horribilis. Ese año, la fallecida monarca celebró cuatro décadas en el trono, y en un discurso dejó en claro el mal sabor que le había dejado. No solo porque significó el final de los matrimonios de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés, la princesa Ana y Mark Phillips, y el entonces príncipe Carlos y Diana Spencer; sino que para muchos fue el cimbronazo para que la milenaria institución comenzara a replantearse muchos aspectos de su rol como cabeza de Estado.
El 20 de noviembre de 1992, Isabel II y Felipe de Edimburgo cumplieron 45 años de casados. En un principio la pareja pretendió celebrar con tranquilidad esta fecha, como un respiro de felicidad entre tanto drama. Pero solo trajo preocupación y angustia, ya que significó la peor tragedia en el reinado de la monarca.
La Reina Isabel II y el duque de Edimburgo se encontraban en su casa de campo celebrando su aniversario de bodas, cuando el Castillo de Windsor comenzó a arder. Fue alrededor de las 11:37 de la mañana, cuando se encendieron las alarmas de incendio en la capilla privada de la reina Victoria. El único que se encontraba en el establecimiento era el príncipe Andrés, quien se encargó de rescatar todas las valiosas obras de arte posibles.
Según los expertos en realeza, el castillo de Windsor, construido en 1070 por orden del Rey Guillermo I, era el favorito de la monarca. Si bien en un principio se pensó en un cortocircuito, los informes posteriores a las investigaciones confirmaron que se trató de un foco colocado cerca de las telas lo que generó el desastre. Cabe destacar que el establecimiento contaba con la presencia de madera en numerosas áreas y grandes cortinas.
Aunque la mayoría de los cuadros, muebles y antigüedades de un valor incalculable, pudieron salvarse a tiempo, el incendio demoró alrededor de 30 horas en ser apagado. Este afectó a las cámaras de Estado, la torre del Rey Juan, la torre del príncipe de Gales y la torre de Chester. El proyecto de restauración se completó cinco años más tarde y le costó a la Corona británica unos 57 millones de euros.
Carlos III cumple 74 años en un momento decisivo para la familia real británica:
Después de la muerte de la Reina Isabel II, Carlos III fue proclamado oficialmente como Rey de Reino Unido, marcando el inicio de una nueva era en la historia del país. Este 14 de noviembre, el hijo de la fallecida monarca cumplió 74 años, siendo su primer aniversario de natalicio como Jefe de Estado, mientras planea rejuvenecer la Corona y aplicar ciertos cambios con el gin de lograr un equilibrio en los costos ante la inflación que invade a la economía de su país.
Carlos de Inglaterra nunca logró recuperarse de los problemas de popularidad que le causó su enfrentamiento con Lady Di. A sí mismo tampoco logró conectar con los británicos al igual que su madre. Mientras se define como un luchador por el cambio climático y la sostenibilidad, dos jóvenes pertenecientes al grupo ecologista Just Stop Oil, arrojaron tortas de chocolate a su estatua en el museo Madame Tussauds. Cuando el monarca inauguró en York la primera estatua de la Reina Isabel II tras su fallecimiento, el pasado 8 de septiembre, fue atacado a huevazos por un grupo de ciudadanos que se reunieron en las calles. “Este país fue construido con la sangre de los esclavos” gritó el autor del ataque.
Reino Unido está viviendo un presente inaudito y sin precedentes. “La monarquía hizo en los últimos 20 años, un trabajo formidable de recuperación de imagen. Tocó su punto más bajo en los años posteriores a la muerte de la Princesa Diana, cuando se cuestionaba fuertemente la institución monárquica. Desde entonces, la Reina Isabel II hizo un gran esfuerzo para revertir esta tendencia, mostrándose como una monarca más humana y en contacto con los sentimientos de sus súbditos. Lo mismo sucedió con Carlos de Inglaterra y Camilla Parker Bowles, que concentró su trabajo en causas de caridad. Así, lograron pasar a ser miembros no solo aceptados sino también queridos por el pueblo británico” expresó la Doctora en Relaciones Internacionales, Andrea Oelsner, en diálogo con El Economista. Mientras tanto, el país enfrenta una grave crisis económica y política desde hace unos meses, y el hijo de la fallecida monarca tiene por delante la tarea de lograr que la institución que encabeza siga pareciendo sólida.
Mientras algunos de los países de la Commonwealth expresaron su deseo de dejar de tener por Jefe de Estado al monarca, para convertirse en repúblicas; el Rey Carlos III pretende adaptar su monarquía al Siglo XXI con una serie de medidas que “adelgazarán” el peso de la institución que representa y beneficiarán a su reinado. Por un lado, su coronación que será el próximo 6 de mayo de 2023, y según reveló Bloomberg UK pretende que sea más pequeña y de corta duración, en comparación con la coronación de la Reina Isabel II en 1953. Además, el hecho de que esta ceremonia sea financiada con fondos públicos implica un indicador de su misión de crear una familia real más viable desde el punto de vista financiero.
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