La noche estaba estrellada y ella lista para salir. Dio un último vistazo a su look en el espejo y partió rumbo al restaurante donde, sin saberlo, conocería al amor de su vida. Hoy, casi dos años después de aquella cita inolvidable, Sol Estevanez (39) y el polista Mariano “Nito” Uranga (36) dieron el “sí” en el porteño Registro Civil de la calle Uruguay.
“Yo quería casarme pero él no me lo proponía. Hasta que un día me lo pidió. Era una jornada como cualquier otra pero terminó de la manera más romántica”, dijo la actriz.
De parte de la novia hubo tres testigos: su madre, María del Carmen Cuomo, su íntima amiga María Pía Alvarez y la celestina de la pareja, la trilliza María Emilia Fernández Rousse. Por parte del novio lo fueron Alberto Heguy, Mariano Grondona Lynch y “Coco” Monsegour. Tras la emotiva ceremonia, la pareja celebró junto a sus seres queridos, entre los que se encontraban el hermano de la novia, Sebastián Estevanez (46) con su esposa Ivana Saccani (33) y sus tres hijos, Francesca (8), Benicio (6) y Valentino (1), en la casa de los padres de él. También estuvieron su padre, el productor “Quique” Estevanez, su hermano Diego con su mujer y su pequeño y “Marynés” Breña con su marido Guillermo Francella. Si bien el Civil fue una verdadera fiesta, los novios celebrarán la bendición religiosa el sábado 1º de abril en el campo que la familia Uranga posee en Open Door, ante unos quinientos invitados.
“Me caso muy enamorado. Es la mujer de mi vida. Y quiero que sea la madre de mis hijos”, confesó el polista emocionado.
Como Luna de miel, la pareja viajará a California y Francia, donde Mariano jugará una serie de partidos. “Lo voy acompañar siempre que pueda. Mi idea no es instalarme afuera sino ir y venir. Viajar permanentemente para no descuidar mi trabajo como actriz. Quiero seguir trabajando en mi país”, reveló la actriz. Para el gran día, Sol eligió una camisa blanca de seda con una falda de encaje al tobillo de Pía Carregal. Completó su look con un cinto con una hebilla plateada, zapatos nude y un ramo al tono. El peinado suelto con ondas se complementó con un suave maquillaje en tonos tierra.
por Delfina Ortega Nodar
M. FONSECA/PERFIL