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La Reina de la elegancia clásica vs la Primera Dama chic, oficialmente se ha lanzado el primer duelo fashionista de 2018. Y qué alta quedó la vara, ya que estas contrincantes son dignas rivales e influyentes en la industria de la moda. Máxima Zorreguieta y Juliana Awada, mujeres de pisada fuerte y garbo perdurable. Improntas diferentes pero acertadas, ambas fiel a su estilo propio. Una vez más, no defraudaron en su encuentro en Davos.
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Por un lado, la reina de Holanda eligió un dos piezas clásico de género invernal: saco entallado y pantalón recto tiro alto en pied de poule en tono bordeaux y blanco. Como suele ser su marca personal, complementó con peculiares accesorios. Zorreguieta lució tres pines de insectos de plata que aplicó en la solapa de su abrigo. Además, agregó un par de aros tejidos en piedras de cristal y granates, confeccionados de manera artesanal por el joyero argentino, Celedonio Lohidoy.
Por otro lado, Juliana Awada dejó en claro porque es la embajadora absoluta del sofisticado chic. En este duelo, la mujer de Mauricio Macri apostó a una falda plisada en tono hueso, que acompañó a la perfección con un suéter de cuello alto negro y chaleco de piel sintética, en composé. ¿El toque final? Un cinturón con maxi hebilla que engamó con el tono de una discreta pulsera. Sutil pero efectivo.
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No es la primera vez que vemos a la Primera Dama con una falda plisada. De hecho, se ha convertido en uno de los ítems más elegidos por Awada -en sus diversas texturas, colores, siluetas y largos modulares- y que la ha hecho brillar en varios de sus looks más acertados. Sinónimo de elegancia y femeneidad, Juliana no duda en escogerla para sus equipos, ya sean formales o casuales.
Sin lugar a dudas, un duelo difícil pero como era de esperarse tuvo como ganadoras a sus dos participantes. En su estilo propio, tanto Juliana como Máxima lograron brillar con su distinción característica... y única.
Por Vicco García
