Ansiosos y con nervios, habían partido del mismo aeropuerto que volvieron a pisar en la madrugada del lunes 31. Hace veinticuatro días, Iliana Calabró (47) y Antonello Bardi Gandolfo (48) abordaron un avión rumbo a Roma. Allí sólo disfrutaron de un día y luego partieron hacia la tierra natal del empresario, Bari.
“Fue todo maravilloso. Yo tenía un poquito de nervios porque iba a conocer el mundo más íntimo de Antonello... Pero me sentí como en mi casa y todo fue muy agradable”, cuenta Iliana.
Con varias maletas que se sumaron a las que llevaron al partir, la pareja trajo regalos para sus hijos y uno muy especial para “mamá Coca”.
“Antonello quería disfrutar de su familia, ya que hacía tiempo que no los veía. Por eso nos instalamos en un departamento que le prestó un amigo, en Bari, y desde allí nos movimos. El se levantaba temprano y salía a pasear con su papá, Miguel. Su mamá, Lucía, fue un encanto conmigo. Muy cariñosa y me cocinó cosas riquísimas. Estaban muy contentos porque viajamos justo para el cumpleaños de don Miguel”, relata Iliana y aún las imagenes se mezclan en su memoria y en su I Pad.
“Queríamos disfrutar de todo. Arrancábamos a la mañana y luego de almorzar nos íbamos a la playa con los amigos de Antonello. Allá es lo que llaman ‘ferragosto’, la época de vacaciones, así es que estábamos de un lado para el otro. Fuimos a fiestas en la mansión de una amiga, en Marina Grande... Allá las mujeres se producen; siempre están impecables y yo, no quise desentonar”, cuenta la actriz que se llevó sus equipos más fashion.







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