En el búnker armado en Costa Salguero y rodeado de su equipo de asesores, familiares y amigos, Mauricio Macri (56) celebró el resultado de los comicios que le otorgan la posibilidad de una segunda vuelta y como ya es un sello que lo identifica, bailó eufórico sobre el escenario. Esta vez lo hizo al ritmo de “Tan Biónica” y de “Gilda” y de la mano de Gabriela Michetti (50) primero y luego de su mujer, Juliana Awada (41), y con su pequeña hija Antonia (4) sobre los hombros, desplegó su histrionismo ante los presentes. Sorprendido, el candidato de “Cambiemos” aseguró que esta elección fue “histórica”, dijo tener la fortaleza para solucionar los problemas que agobian al pais e instó a los candidatos de los otros partidos a sumarse a su propuesta.
Su padre, Franco Macri (85), presente en el búnker le dio la gran sorpresa ya que desde hacía bastante tiempo, estaban distanciados. Visiblemente emocionado Mauricio afirmó: “Más allá de las idas y vueltas siempre aposté a que no se vaya de este mundo enemistado o distanciado de mi. La marca de un padre es muy fuerte”.





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