Su separación fue la más comentada del año. En medio del escándalo, Fede Bal debutó ayer por la noche en la pista de Bailando 2016. Junto a Laurita Fernández -con quien se lo relacionó sentimentalmente- y su coach, Matías Napp, el campeón del año pasado salió a defender el título y su reputación.
Es que su ex novia, Barbie Vélez -quien renunció este fin de semana al concurso-, lo acusó de golpeador. Al entrar a la pista, el actor fue consultado por Marcelo Tinelli acerca de su nueva relación con Cleo Caballero: "Es una amiga. Entiendan que estoy solo, atravesando un momento difícil. La quiero mucho pero no es mi novia. Es complicado mostrarme bien". A continuación, Bal pidió conversar acerca de la separación, pero "tomando el tema con seriedad. Se han dicho cosas tremendas". A continuación, su descargo:
Había encontrado a la mujer de mis hijos. Muchas de las cosas que se ven hoy y se dicen parece que el culpable fui yo, no ella. Eso me da bronca. La gente nos decía cosas hermosas. Pero se cerraba el telón, llegaba a mi casa y sentía que no eramos felices. Es muy difícil separarse y volver, la confianza ya se había roto.
Ella se encargó de difundir en los medios un mensaje en mi teléfono. Y me empezó a agredir, a destrozar el departamento, esto está en manos de la Justicia, las pruebas de las fotos, que es donde se tienen que solucionar estos temas. Porque lo próximo que veo de ella, después de intentar frenarla, fue una mujer en un estado incontrolable. No llamé a la Policía, porque es difícil cuando son personas conocidas, como es Bárbara. Intenté agarrarla, claramente la agarro, tal vez fue el error tranquilizarla. Nunca le levanté la mano a una mujer en mi vida. Nunca.
Soy el principal interesado en que se sepa la verdad. Yo no vengo a hacerle mal a nadie, yo vengo a trabajar. Los ganadores tienen que volver. No soy el culpable de esto, nunca presencié violencia en mi casa. Respeté a todas las mujeres que formaron parte de mi vida. Soy un tipo de 26 años que se ve envuelto en una acusación gravísima, que mancha el nombre de mi carrera, sigo trabajando para ser mejor actor y bailarín y trabajar en este medio. Esta es mi verdad, no estoy interesado en cubrirme, estoy completamente a favor de 'Ni Una Menos'. Hay gente que se ocupa, la línea 144, que atiende a gente que realmente está sintiendo violencia. Yo jamás le levanté la mano.
Y ella hizo una tapa de revista, diciendo que la relación está terminada, y mostrando un moretón, del que no quiere hablar. El que calla, otorga. Sin decirlo, decía que yo le había pegado. Ella sabe cómo fueron las cosas. Y decir que yo soy un golpeador. O ir a la marcha y poner en Twitter 'porque soy una más, no soy ni una menos'. Es tremendo...
No voy a dejar que hablen y hablen, ¿por qué no se puede saber mi verdad? Yo pensé en renunciar. Pero yo soy profesional. Uno cuando actúa, deja los problemas afuera. Tengo el corazón roto, era la mujer que amaba, pero es acá donde tengo que estar. Es un tema que afecta tanto a nuestra sociedad que ¿por qué no puedo hablarlo con vos? Nos ven en todo el país y la violencia es un flagelo. Mis cartas están en la Justicia, no quiero hablar de Bárbara ni de su mamá. Estoy envuelto en acusaciones que son equivocadas y vengo acá a bailar.
Hubo un principio de incendio, no iba a dejar que el departamento se prenda fuego con ella adentro. Quise frenarla y que espere. Atentaba contra su seguridad, la quise cuidar.
Mi mamá esta desesperada, arruinada con todo esto.. Mi papá... Todo el daño que se le hizo a mi familia, se cruzó un límite. Muscari dijo... Sí, hubo una discusión brava pero yo no le levanté la mano, sí hubo ruidos fuertes y portazos que le cuenta una vecina... Ella gritaba en un estado de crisis e ira... Después también se nombró a una tía, un episodio en Córdoba... y hubo una pelea tremenda.. peleas por cualquier cosa y ella gritaba y lloraba como si yo la estuviese matando. Si vos sos huésped y escuchás grito, llanto, grito, llanto, pensás: 'Este pibe la está matando'. ¿Cómo muestro ahora yo que no?
Esto era una relación tóxica. Si alguien vive esto, hablen en buenos términos y sepárense, porque no mejora. Yo nunca le levanté la mano.