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La gran Soledad Silveyra no tuvo un buen 2017. En enero de ese año, durante sus últimas vacaciones en Punta del Este, tuvo la desgracia de caerse sobre una mesa de vidrio, se cortó y se fracturó una vértebra. Y durante el año siguieron su mala suerte, en el mes de junio se tropezó, se cayó y se quebró la apófisis odontoide, un hueso de la cervical que incide en el movimiento de la cabeza y está a dos milímetros de la médula.
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“Todavía estoy ahí, no safé del todo, estoy peleándola, pero gracias a Dios encontré dos grandes profesionales”, expresó la actriz sobre su proceso de recuperación. “Estoy por el 8vo mes y todavía tengo molestias”, remarcó Solita, quien por el segundo accidente estuvo veinticinco días internada con reposo absoluto.
“Pasé por momentos de peligro, de mucho peligro, pero gracias a Dios tuve a los ángeles bailando conmigo, y estuve muy rodeada por mi familia y mis amigos realmente, eso me ayudó muchísimo”, afirmó al hablar de lo que tuvo que atravesar con su estado de salud.
A pesar de la gravedad, Solita reconoció que “lo que más le dolió de las caídas” fue que ocurrieran durante el año sabático que pensaba tomarse para entrenar su actuación.
Mas linda que nunca se explayó diciendo: “Pero ahora estoy feliz y preparándome para mi debut en teatro”, dijo entusiasmada en “Agarrate Catalina”. “Vuelvo a hacer teatro ahora a principios de abril, que era lo que tanto quería, voy a hacer una obra de un autor latinoamericano que ganó el Pulitzer 2007”.
La trama es muy significativa para la ex jurado, que detalló: “Es una obra que enseña que cuando uno atraviesa un momento límite en la vida -que en general nos enoja muchísimo- hay que seguir, cueste lo que cueste, por los que quedan y porque siempre queda el humor”.
