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Se conocieron hace cuatro años, en 2014, cuando fueron pareja en el cilco “Bailando por un Sueño”. Pero por ese entonces, Martín Liberman (43) y Ana Laura López (29) sólo eran compañeros de trabajo ya que el reconocido periodista estaba casado con Marcela Greco (45), la madre de su hijo Blas (8). A pesar de sus buenas y osadas performances, que incluyeron besos y apasionados bailes, él, uno de los más influyentes a la hora de hablar de fútbol en la Argentina, debió abandonar la pista ya que viajó al “Mundial de Brasil” para trabajar. Desde ese momento perdieron todo contacto. El seguía casado y ella estaba en pareja; hasta que en 2017 se separó. Pero hoy, a poco más de un año y medio de haberse separado de Greco, la realidad muestra a Martín y a Ana Laura más unidos que nunca y comenzando una relación amorosa que ellos, quizás, nunca imaginaron.
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Según contaron amigos del periodista, quien continúa al frente de “Liberman en Línea” por Radio Late 93.1 y Canal 26, “Juego Sagrado”, los domingos por Fox Sports, y “Debate Final”; la pareja comenzó a chatear y a hablar bastante seguido hace unos meses, luego de años de no verse, y después de varias ideas y vueltas, desde hace un par de semanas, comenzaron su relación amorosa. Amantes del bajo perfil, nunca se mostraron juntos hasta que CARAS los encontró disfrutando de una cena romántica, el viernes 4, en “La Stampa”, ubicado sobre la calle Salguero. Allí arribaron alrededor de las 21:30 horas. Esperaron las pastas que ordenaron tomados de la mano y se mostraron muy felices y compinches. Según cuentan amigos de la pareja, ambos quieren ir muy despacio y cuidar la relación que comenzaron a construir. En sólo dos semanas él deberá viajar a Kiev para cubrir la final de la “Champions League” y, en junio, se instalará en Rusia, donde permanecerá hasta que finalice el “Mundial de Fútbol”.
“Vemos a Martín con otro semblante. Está muy entusiasmado con el noviazgo y muy comprometido a que todo salga bien. Se separó de la mamá de su hijo hace poco más de un año y medio y se tomó el tiempo prudente para hacer el duelo y luego poder volver a apostar al amor. Como lo hace con su trabajo, que es muy profesional, lo hace con su vida amorosa; cuida todos los detalles. Ana es una mujer que le devolvió la sonrisa y que lo acompaña en todo”, reveló un compañero de trabajo de Liberman quien cuando no está en la pantalla o en la radio pasa la mayor parte de su tiempo con su inseparable hijo, Blas, quien juega al fútbol en infantiles y es el goleador de su equipo. De ahora en adelante sólo el tiempo dirá si Martín y Laura consolidan su relación para, quizás, llegar a apostar por una convivencia.
por Federico Levin
MAXIMO GOMEZ
